El Mercurio.com - Blogs : Polvo que resucitará
Cartas
Viernes 28 de octubre de 2016
Polvo que resucitará
Señor Director:
Tanto quien sea católico como quien no, ha de reconocer que lo que históricamente encargó Jesucristo a Pedro, en el momento en que le predice su negación, es que, cuando convertido, confirme a sus hermanos en la fe (Lc. 22, 32). Con mayor o menor claridad y fuerza, muchos entregando su vida a causa de ello, esto es lo que han hecho los sucesores de Pedro a lo largo de dos mil años. Es también lo que ha reiterado el Papa Francisco al ordenar a la Congregación para la Doctrina de la Fe que se publique la Instrucción "Ad resurgendum cum Christo" -firmada en la solemnidad de la Asunción, y conocida esta semana- sobre la forma y cuidados en el trato de las cenizas de los difuntos.
Autorizada por la Iglesia a sus fieles la cremación de los cadáveres ya en tiempos de Pablo VI (cambio incorporado al Derecho Canónico en 1983), desde el principio rigió la advertencia de que su legitimidad estaba condicionada a que no implicase odio a la religión o una negación de la fe católica, en especial a lo que se pronuncia en el Credo sobre la resurrección de los muertos.
Como señala la citada Instrucción, "la práctica de la cremación se ha difundido notablemente en muchos países, pero al mismo tiempo también se han propagado nuevas ideas en desacuerdo con la fe de la Iglesia" (n.1), en particular por lo que dice relación con malentendidos de raigambre panteísta, naturalista o nihilista, acerca de los que se ejemplifica (n.7).
Según diversas encuestas, también en Chile, es paradójicamente alto el número de personas que se dicen católicos y miembros de la Iglesia que a la vez expresan no creer en la resurrección de los muertos. Su Iglesia, en tanto, afirma con San Pablo que si "no hay resurrección de los muertos, tampoco ha resucitado Cristo; y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe" (I Cor. XV, 13-14). La Instrucción ordenada por el Papa Francisco, al recordar el núcleo de la fe católica hoy menoscabada, realiza así la esencia de la misión que le encomendara Jesucristo a Pedro.
El señor Juan Carlos Cruz (miércoles), aún pudiendo reclamar en su favor las palabras de Cristo contra quien escandalice a uno de sus pequeños (Mt. 18,6), no tiene derecho a alzarse contra la irrenunciable misión de Pedro de confirmar en la fe a sus hermanos, su deber primordial, siendo además que su debilitamiento es causa de tales escándalos.
Por cuanto a lo que la Iglesia haya hecho o hace en relación con estos, no cabe aquí enumerar. Tan solo recomiendo atender a lo que relata Benedicto XVI en su reciente libro "Últimas conversaciones", bien como leer su "Carta a los católicos de Irlanda" (19.03.2010), fácilmente ubicable en internet.
Jaime Antúnez Aldunate