El Mercurio.com - Blogs : Fin al bloqueo en España
Editorial
Martes 25 de octubre de 2016
Fin al bloqueo en España
No es solo la vocación democrática del PSOE la que le da el pase a Rajoy, sino el temor a unas terceras elecciones en las que pudieran los socialistas quedar con menos escaños que en junio, y el Partido Popular fortalecerse aún más...
Un año y dos elecciones legislativas se ha demorado la formación de un gobierno en España. Mariano Rajoy ha recibido todas las señales de descontento desde las otras formaciones políticas, las que no han sido, sin embargo, capaces de conseguir el voto popular ni los acuerdos cupulares para armar un Ejecutivo viable. No es solo la vocación democrática del PSOE la que le da el pase a Rajoy, sino el temor a unas terceras elecciones en las que pudieran los socialistas quedar con menos escaños que en junio, y el Partido Popular fortalecerse aún más. Aun así, la decisión de abstenerse en la segunda votación de investidura, antes del fin de semana, debe ser aplaudida porque permite a España salir del "bloqueo institucional" y tener un Ejecutivo con todas las atribuciones necesarias para gobernar.
Sin duda ha sido un paso duro y difícil para el PSOE cambiar su "no a Rajoy". El partido, clave en la transición democrática, tuvo una verdadera catarsis el fin de semana, con los dirigentes regionales expresándose francamente ante la junta que debía decidir no solo la posición ante la investidura de Rajoy, sino también su lugar futuro como oposición en el Congreso. Fundamental fue el trabajo de Susana Díaz, la líder del partido en Andalucía, otrora bastión radical, ahora más al centro político. A pesar de los más de 40 votos de diferencia a favor de la postura abstencionista, el PSOE quedó magullado, y ahora arriesga un cisma a raíz del voto negativo que ya han anunciado los diputados catalanes (a los que pueden unirse los de otras autonomías). Y no bastará la amenaza de una sanción -las opciones van desde multa a expulsión- para obligarlos a votar disciplinadamente en línea con la directiva del partido. Para la dirigencia, ahora lo fundamental es mantener unido al partido y cualquier penalidad podría profundizar las divergencias.
Para muchos de los dirigentes socialistas, la verdadera amenaza es que el partido radical Podemos gane importancia con esta maniobra, y que el "no bloqueo" sea visto como un respaldo al PP. A pesar de que niegan rotundamente cualquier alianza -de hecho no hubo compromisos ni condiciones para la abstención-, el partido emergente hace mofa de esta situación: "es el fin del turnismo" y el nacimiento de una "gran coalición", al estilo alemán, han dicho. El líder Pablo Iglesias no oculta sus ansias de ocupar el espacio de la izquierda que pudiera dejar el PSOE, y erigirse ellos en la "verdadera alternativa opositora".
Para evitar que Podemos avance, los socialistas harán una dura oposición al PP, pero deben cuidarse de no obstruir demasiado la aprobación de leyes vitales para el gobierno -como los presupuestos de 2017, o las de protección a la unidad territorial- porque arriesgarían la disolución del Legislativo antes de haberse recuperado de las dos derrotas electorales pasadas, que los dejaron sin liderazgo y sin una hoja de ruta.
Con paciencia, Rajoy consiguió su objetivo de mantenerse en el poder, pero lo difícil será ahora gobernar. Por la centroderecha tiene a Ciudadanos blandiendo la espada anticorrupción, y recordándole que pactó unas medidas que debe cumplir, y por la izquierda, aliados todos los partidos extremos buscando su caída.