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Domingo 23 de octubre de 2016
La transformación de Santiago
27 de octubre de 1916
"Una vez terminada y plantada, la avenida Santa María será la más hermosa de la capital, gracias a su orientación y a la incomparable perspectiva que desde ella se domina", se leía en "El Mercurio", el 27 de octubre de 1916.
Las palabras eran de Alberto Mackenna -experto en temas urbanos y otrora gestor de la construcción del Museo de Bellas Artes- quien abogaba por el mejoramiento de la capital: "El Santiago del porvenir necesita expansión, horizontes amplios, aire, luz y belleza para el desarrollo y el bienestar de su creciente población".
El proyecto consistía en abrir una nueva vía ribereña, a partir del puente Pío IX hasta el sector de Lo Contador. Antiguamente este tramo se llamaba avenida Norte del Mapocho y cruzaba un barrio rural, donde había fundos y chacras.
Cabe destacar que la transformación de los bordes del Mapocho había sido una de las principales preocupaciones urbanísticas desde que comenzó la canalización del río, en 1888. Claro que primero se privilegió la construcción de la calle hacia el sur (entre Bandera y Pío IX).
Pero en 1916, con la puesta en marcha de la idea de convertir al cerro San Cristóbal en un parque, la habilitación de esta ruta se volvió una necesidad: "Se trata de realizar un camino de acceso al San Cristóbal, que lo comunique fácilmente con el centro de la ciudad, pues en un tiempo no lejano el cerro pertenecerá a los habitantes de Santiago".
Mackenna insistía en que el objetivo de abrir esta arteria era de interés público y una positiva iniciativa a todas luces ventajosa para la ciudad. A través del diario, explicaba que la municipalidad no efectuaría ningún reembolso especial, "ya que los trabajos de relleno se hacen lentamente con la ayuda de unos cuantos carretones de la policía de aseo. De esta manera, se ha formado la calzada de tres a cuatro cuadras, que hoy están plantadas con la misma clase de árboles que existen en el Parque Forestal".
Agregaba que los terrenos eran fiscales y que varios vecinos de esta zona habían cedido parte de sus propiedades en pos de lograr una mejor conectividad.
Lo cierto es que debido a la descoordinación entre el municipio y la intendencia, la obra no tuvo avances por años. Solamente cuando Mackenna asumió como intendente en 1921, reanudó la construcción de este tramo de la avenida Santa María. Y siguió con la tarea de hermosear su ciudad.