Señor Director:

A propósito de la fiscalización iniciada por el Ministerio de Educación a las tres universidades del grupo Laureate -Andrés Bello, De Las Américas y Viña del Mar-, puede ser valioso tener en cuenta algunos elementos de juicio adicionales. Por ejemplo, en la resolución Nº 354 de la Comisión Nacional de Acreditación, página 14, en que se acreditó a la Universidad de Las Américas por tres años, dice:

"Respecto de la situación financiera, si bien se soporta como una organización en marcha, se observa que la situación de ingresos operacionales es crítica y que el margen operacional y su correlato en déficit de flujo operacional también lo son". Luego, explicita algunas cifras para describir la situación, completando la frase con el siguiente texto: "La situación anterior se ve agudizada por el pago que realiza a su relacionada, que se estructura de la siguiente manera, US$ 250 dólares por cada alumno matriculado a diciembre de cada año por concepto de productos y servicios, más un 2% de los ingresos de manera trimestral por concepto de propiedad intelectual".

Cuesta entender la situación descrita. Si la situación de ingresos operacionales es crítica, como dice la CNA, ¿cómo se explican los pagos del último párrafo de la resolución? Mi estimación es que la UDLA le paga anualmente a Laureate unos siete millones de dólares (considerando que la universidad tiene aproximadamente 25 mil alumnos). Preguntados los personeros de Laureate a qué corresponden estos pagos, han respondido por la prensa que corresponden a servicios que se les prestan a las universidades que controlan. ¿Cuáles? Se mencionan cursos online , convenios de intercambio de estudiantes, softwares , etcétera, y que estas transacciones se hacen a "precios de mercado". Aparentemente todo legal, pero siendo Laureate una corporación con fines de lucro, hay indicios de que estas transacciones pueden ser irregulares. Habrá que esperar la investigación del Mineduc para tener una respuesta definitiva a estas preguntas.

Finalmente, otra pregunta es por qué la CNA le otorgó tres años de acreditación a una universidad que está en una situación financiera crítica, pero eso es harina de otro costal.

Matko Koljatic