He aquí una historia poco conocida: en 1863, cuando la Guerra de Secesión empezaba a tomar un cariz oscuro para los estados sureños de la Confederación, un grupo de soldados blancos y negros desertores se refugió en la zona pantanosa del condado de Jones, al sur del estado esclavista de Mississippi, y la declaró "territorio de hombres libres", iniciando una guerra dentro de la guerra, con la esperanza de construir una nación liberada del racismo y la segregación.
Esta película sigue esa historia a través del líder de la rebelión, Newton Knight (Matthew McConaughey), un enfermero que decide dejar las filas cuando muere su sobrino Daniel. Tras llevar el cuerpo de su sobrino a su hogar en el condado de Jones, Newton opta por quedarse en casa, junto a su esposa Serena (Keri Russell) y a su hijo pequeño. Pero las cosas no son tan fáciles: las tropas confederadas recorren las granjas reclutando jóvenes, persiguiendo a los desertores y confiscando bienes y alimentos.
Newton se refugia en los pantanos, donde recibe la ayuda de la empleada negra Rachel (Gugu Mbatha-Raw) y de un grupo de exesclavos. Después de la caída de Vicksburg, en julio de 1863, los soldados que abandonan el frente se multiplican, Newton declara el pantano como "territorio de hombres libres" y pronto inician los ataques desde dentro y por la retaguardia del ejército sudista.
Se trata, pues, de una épica bastante dudosa. Quizá por eso -por la delgadez ética del caso- el filme incrusta en paralelo pequeños fragmentos de un juicio que ocurre 85 años después, en el mismo Mississippi, donde se trata de establecer si un segundo hijo de Newton tiene ascendencia negra.
A partir de este punto, el relato gira hacia inquietudes un poco más nobles: el fracaso de la reconstrucción nacional, que tuvo que ceder a las presiones del sur, y la lucha contra el racismo, que quedó muy lejos de terminar después de que Abraham Lincoln abolió la esclavitud, en abril de 1865.
Es una historia potencialmente muy poderosa. Una condición para cumplir ese potencial sería una mirada crítica sobre Newton Knight. Pero el cineasta Gary Ross (que hizo una película interesante, Pleasantville, antes de entregarse a Los juegos del hambre y empezar a filmar endemoniadamente mal) prefiere rendirse a la figura de un santón sin matices, protestante y republicano, obsesionado con su propio proyecto nacional -el título elegido en Chile, El valiente, subraya esa admiración-, y darle con ello a Matthew McConaughey la oportunidad de desplegar una de las sobreactuaciones más estridentes de los últimos tiempos, que es tal vez lo que se recordará de esta cinta cuando se acaben todas las películas sobre la Guerra de Secesión.
FREE STATE OF JONES.
Dirección: Gary Ross.
Con: Matthew McConaughey, Gugu Mbatha-Raw, Mahershala Ali, Keri Russell, Christopher Berry.
139 minutos.