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Cartas
Domingo 28 de agosto de 2016
Identidad de género
Señor Director:
Como endocrinólogos infantiles, no podemos quedar indiferentes ante el proyecto de ley que reconoce y da protección al derecho a la identidad de género, al que se le ha puesto urgencia y se espera votar en dos semanas, sin haber escuchado ni considerado a los profesionales de la salud involucrados en el manejo y acompañamiento de estos pacientes y sus familias, aduciendo que este no es un problema de salud.
Pensar que el cambio de sexo en el Registro Civil es la solución, es ignorar gravemente cómo se forma la identidad de género. En este proceso, que concluye en la pubertad, existen casos con una muy baja frecuencia en que se presenta una percepción de la propia identidad femenina o masculina distinta al sexo biológico, sin que se comprueben alteraciones médicas, como son las personas transgénero o transexuales. Diferentes son aquellas condiciones denominadas Trastornos de la Diferenciación Sexual (TDS), producidas por alteraciones cromosómicas, hormonales o genéticas que in útero hacen que la diferenciación de los genitales externos se vea alterada.
Las sociedades científicas especializadas, y en particular la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes, recomiendan que la solicitud de cambio de identidad de género vaya acompañada de una evaluación psiquiátrica y endocrinológica, y que se espere el término de la pubertad, período en el que se consolida la identidad de género, durante el cual más del 80% de los casos revierte la discordancia de género, según datos aportados por el American College of Pediatricians. Por otra parte, la regla general en las legislaciones internacionales es requerir la mayoría de edad y el consentimiento explícito.
El proyecto de ley impediría al tribunal exigir el uso de medios farmacológicos, psicológicos o psiquiátricos para acreditar la identidad de género y solicitar el cambio de nombre, del niño o niña que lo solicite personalmente o a través de su representante legal. ¿Cómo podrá entonces certificarse que no posee algún trastorno cromosómico, hormonal o psiquiátrico? ¿Cómo podrá asegurarse que tiene una identidad de género asumida y consolidada? ¿No requiere acaso tener la capacidad de comprender lo que le ocurre, dimensionar los tratamientos a que deberá someterse de por vida y las consecuencias de esta decisión? Prescindir de los estudios médicos necesarios atenta además contra los niños que, teniendo enfermedades, requieren que estas sean detectadas y tratadas. Un error en la toma de decisión puede lesionar gravemente su desarrollo e integridad posterior.
Los especialistas hemos estado siempre dispuestos a colaborar en la discusión, y es lamentable que no hayamos sido considerados. Así las cosas, esperamos que este proyecto de ley, en su versión actual, no sea aprobado.
Francisca Ugarte; Silvia Asenjo; Francisca Eyzaguirre; Antonio Barrera; M. Isabel Hernández; Isabel Torrealba; Marta Isabel Arriaza; Karina Sotomayor; Cecilia Henríquez; Raquel Burrows; Vivian Gallardo; Carolina Valdés; Andrea Gleisner; Maritza Vivanco; Patricio Romero; Javiera Basaure; Marcela Molina; Ximena Gaete; Carolina Sepúlveda
Médicos endocrinólogos