Antes de los créditos iniciales está lo mejor de esta comedia del humorista argentino Jorge Alís, porque, en un tenor autobiográfico, es el génesis del desembarco desde su Buenos Aires natal a la Santiago del "sueño chileno". En ese inicio, Alís se planta con gracia y desparpajo sobre su propia familia de ficción, ultra caricaturizada, y en clave película evasiva argentina de los 70 como las del "gordo" Jorge Porcel: chistes gruesos, pero efectivos y que corren. El problema viene cuando la acción se traslada a Chile y el humor se minimiza en desmedro de un paupérrimo y mal edificado tono dramático que intoxica el chiste y quiere hacer discurso sobre los abusos del sistema. Esa corriente es válida, pero requiere una comedia y una inteligencia a la altura que, valga la aclaración, no están por ninguna parte. "Argentino QL" es mejor
trailer y a su lado, Stefan Kramer (y su cine) resulta un Orson Welles de la comedia chilena.
Chile, 94 minutos. Mayores de 14 años.