Señor Director:

Desde la izquierda y la derecha, muchos han salido a criticar el anuncio de José Piñera de que regresaba a Chile para venir a defender el sistema de pensiones vigente. Seguramente muchos sacan la calculadora electoral y piensan que hoy, por lo que ven en algunas calles y en las redes sociales, creen que atacar el sistema es lo más popular y que da lo mismo la alternativa, en la medida en que nos sumemos a la mayoría transitoria.

Yo, al contrario, celebro la llegada de José Piñera a Chile. El sistema de pensiones es uno de los legados más señeros del gobierno militar, y su vigencia, hasta nuestros días, demuestra que sus creadores tuvieron una visión de largo plazo para enfrentar un tema complejo como el de las pensiones y las jubilaciones de los más vulnerables.

¿Es un sistema perfecto? No. ¿Requiere adecuaciones y ajustes? Por cierto. La reforma previsional más reciente incorporó el pilar solidario y aún quedan muchos temas pendientes. Hoy las bajas pensiones que reciben miles de chilenos nos deben preocupar y ocupar. Pero no caigamos en el juego fácil de la izquierda, que busca demoler todo el sistema institucional y político. Chile ha vivido 43 años de recuperación excepcional y hemos avanzado en diversas áreas, reduciendo la pobreza, la desigualdad, con crecimiento económico y más bienestar para todos. Lo que tenemos que hacer es seguir mejorando las deficiencias, adaptándonos a los cambios que vive la sociedad.

José Piñera fue un artífice de esta construcción y ha recorrido el mundo defendiendo sus beneficios y estudiando sus consecuencias. ¿Quién mejor que él para venir a trabajar en las propuestas y ajustes necesarios? Yo celebro su llegada y espero que siga aportando mucho tiempo más con evidencia, con propuestas y con medidas para seguir mejorando el modelo que Chile necesita para alcanzar el desarrollo.

José Antonio Kast Rist