M. J. Ahumada y V. Fuentes

A partir de hoy -aseguran en el Gobierno y en la Nueva Mayoría- se inicia una verdadera "cuenta regresiva" para un eventual cambio de gabinete.

En La Moneda explican que la Presidenta Michelle Bachelet estimaría que es el momento de dar un nuevo impulso al Gobierno, tomando en cuenta que solo queda un año y medio de mandato. Además, agregan que la ronda de preguntas a los ministros por sus posibles intereses para postular al Parlamento en las elecciones de noviembre de 2017 ya habría concluido, labor que por lo demás estuvo en manos del ministro del Interior, Mario Fernández.

Presión oficialista

Pero más allá del diseño de la Jefa de Estado, desde la Nueva Mayoría también se ha generado presión para un cambio. De hecho, en el oficialismo admiten que en distintas reuniones con Fernández se le ha transmitido la necesidad de hacer modificaciones a nivel ministerial, de subsecretarios y también en el área local. Esto, explican, permitiría tener mayor claridad respecto del rumbo del Ejecutivo de cara a las elecciones municipales de este año y presidenciales y parlamentarias del 2017.

En esta línea, la presidenta de la DC, senadora Carolina Goic, en junio reconoció que era "importante consolidar los equipos que van a prevalecer hasta el término del Gobierno".

Sin embargo, ayer, el vicepresidente del PS, Camilo Escalona -luego de sostener un almuerzo con el ministro de la Segegob, Marcelo Díaz, en La Moneda-, afirmó que "el Gobierno necesita darse un nuevo impulso y eso significa modificar la composición del gabinete en varias áreas". Durante la mañana, además, en entrevista en Radio Cooperativa, el ex senador apuntó a un ajuste ministerial e incluso aseguró que era necesaria la salida de la ministra de Justicia, Javiera Blanco.

La presidenta del PS, Isabel Allende -si bien aclaró que "la Presidenta verá en qué momento" hace un ajuste, y reconoció que "obviamente, habrá alguna autoridad de Gobierno que querrá sumarse al desafío parlamentario"-, aseguró que, "por cierto que hay que mejorar la gestión", y comentó: "Creo que algunos cambios en otro nivel va a haber; esperamos que esto sea pronto a nivel de subsecretarios. En fin, pero estos cambios mayores la propia Presidenta los verá y nosotros la acompañaremos".

El presidente del PR, Ernesto Velasco, fue más allá. Se sumó al llamado de Escalona y aseguró: "Es importante que la Presidenta tome decisiones de fondo y haga los ajustes que crea necesario. El Gobierno necesita un segundo aire para mejorar su gestión. Sin duda, es necesario que haya un cambio de gabinete".

Crisis institucional

Por su parte, ayer, el ex Presidente Ricardo Lagos dijo a La Tercera que Chile está ante "la peor crisis institucional". Lagos, incluso, reconoció no saber "si el país aguanta año y medio con esta crisis. Lo cual no obsta a que se seguirá haciendo política del día a día, a pesar de la persistencia del complejo cuadro que yo veo".

El ex Mandatario -que figura como una de las posibles cartas para competir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2017- llamó a un gran "encuentro nacional de todos", con el fin de recuperar la confianza, y aseguró que quienes deben hacerlo son los poderes del Estado: "Ejecutivo, Legislativo, los jueces".

La senadora Allende -quien también reconoció estar dispuesta a ser la abanderada presidencial del PS en una primaria de la Nueva Mayoría- tomó distancia del ex Mandatario y cuestionó que el ex Jefe de Estado hablara de "la peor crisis institucional".

"No puedo estar de acuerdo con alguien que ve que esto es una crisis terminal o se imagina que vamos a tener dificultad en este año que queda. Yo, al contrario, creo que después de la elección municipal vamos a tener una inflexión y espero que vayamos mejorando la adhesión, y espero que mejoremos nuestra gestión y con ello la adhesión ciudadana", señaló Allende.

Y, agregó que "no logro entender, porque una cosa es que tengamos una crisis de confianza que se ha generalizado a los partidos, al Parlamento, a los empresarios, pero este es un país que funciona con normalidad, donde hay un Gobierno que funciona y claramente, no es un estado de crisis. Este es un Gobierno que está con baja aprobación, pero no hay ni un drama en eso".