Los fans discuten si es un
remake o un
reboot. Si no será como mucho que las protagonistas sean mujeres (los tráilers han sido fuente de polémica) y que, de paso, la recepcionista sea "un" recepcionista, un "hombre-objeto", la versión masculina de la "rubia tonta"...
¿Está el mundo listo para enterarse de que sí hay muy buenas comediantes femeninas? ¿Y que pueden tener vida más allá de "Saturday Night Live"?
Quién sabe.
El caso es que la recién estrenada "Cazafantasmas" resulta ser una comedia desopilante, con cuatro excelentes actrices cómicas, cada una construyendo un personaje singular e identificable, a caballo de un guión rápido y más inteligente de lo que aparenta. Una película sin ambiciones de trascendencia, que se ríe de sí misma y que se prodiga en sabrosas citas cinéfilas pop.
"Los Cazafantasmas" irrumpió en 1984 como un divertimento, con una historia fantástica algo infantil, un poquitín absurda, un resto inverosímil.
La protagonizaba un grupo de sujetos muy poco glamorosos, que se hicieron tan queribles que no solo fue un taquillazo, sino que se convirtió en esas películas inolvidables para toda una generación. Bill Murray, Dan Aykroyd , Harold Ramis y Ernie Hudson, los hombres tras el característico overol; Annie Potts, la recepcionista; Sigourney Weaver y Rick Moranis, los "clientes".
¡Quién no recuerda el "ectoplasma", ese líquido pegote y asquerosamente verde, gracias al que detectaban la presencia de fantasmas en pleno Nueva York! O la canción de Ray Parker Jr. En 1989 hubo un
remake, con el mismo elenco.
Todos ellos (menos Ramis, fallecido en 2014) tienen breves y divertidas apariciones en la película 2016. (Aykroyd está involucrado en la producción).
Ya la primera secuencia (de la actual) tiene lo suyo: un recorrido por una mansión encantada en Nueva York, perfectamente armado para turistas desprevenidos.
En la Universidad de Columbia, Erin Gilbert (Kristen Wiig), una profesora de física cuántica, dicta sus clases (es un decir). Hace años escribió junto a su amiga Abby (Melissa McCarthy) un libro acerca de fantasmas sobre el que intenta que nadie se entere. Todo lo contrario de Abby, quien trabaja en un instituto de mala muerte haciendo experimentos junto a la desenfadada ingeniera Jillian Holtzman (Kate McKinnon). Para pesar de Erin y felicidad de Abby, las tres terminan uniéndose para abrir su "pyme" de nombre pomposo, que en realidad es un "servicio de cazafantasmas". A ellas se suma Patty Tolan (Leslie Jones), una locuaz cajera del metro que llega originalmente como clienta. Como recepcionista contratan a Kevin (el galán joven del momento, Chris Hemworth, "Thor"), un bello ejemplar masculino por el que Erin queda en trance, con menos materia gris que una puerta batiente. (Hemworth es un hallazgo como actor de comedia: su personaje es para morirse de la risa).
Completan el elenco un villano tan siniestro como risiblemente patético y un alcalde (Andy García) ocupado en salir bien parado de lo que sea.
Cada uno de ellos -cual más cual menos- tiene momentos memorables.
Solo hacia el final, en algunas de las secuencias de acción, tiende a perderse el muy buen ritmo con que marcha toda la película.
Para alguien que no tiene a "Los Cazafantasmas" en su lista de Cien películas favoritas, esta versión -
remake o
reboot- resulta ser una inesperada y más que agradable sorpresa. Y (con todo respeto), muy superior a las dos anteriores.
(En Cartelera).