Amalia (Viviana Rodríguez) es una periodista que se topa con un caso de aquellos: un justiciero anónimo que busca "cambiar el mundo" secuestrando, torturando y mutilando pedófilos. La intriga se reparte entre su tórrido romance con un intenso personaje (Tiago Correa), la investigación de los detectives a cargo del caso y unos niños que pronto quedarán en el fuego cruzado resultante. Se trata de un intento de thriller de "explotación" que escoge sus temas de manera muy desafortunada, y que dispara para todas partes sin nunca dar en el blanco. Una historia que peca de inverosímil, con piruetas narrativas que se caen de lo innecesarias y con nulo gusto a la hora de tratar temas tan escabrosos. Una búsqueda de emociones fuertes con pinceladas tan gruesas que es imposible tomarse en serio, y donde cualquier intento de drama se diluye en un mar de torpezas narrativas que son verlas para creerlas y que prueban definitivamente que en ciertas historias, menos es más.
Chile, 2016. 90 minutos, mayores de 18.