Señor Director:

"El Mercurio" informó sobre los malos resultados del Simce 2015 que tuvieron las escuelas más pobres de nuestro país, lo que confirma que estamos profundizando la desigualdad e inequidad social, y debilitando nuestra convivencia.

Los resultados indican que la brecha en la prueba de matemáticas entre los niveles socioeconómicos bajo y alto salta de 79 puntos en 8º básico a 110 puntos en 2º medio.

El informe de la Agencia de Calidad de la Educación sobre Simce 2015 dice que en matemáticas de 4º básico, el 37% de los alumnos está en nivel de aprendizaje Insuficiente (no logran los aprendizajes curriculares), igual que en 2012. En comprensión de lectura de 4º básico 2015, el nivel Insuficiente es 31%; si se considera que estos alumnos estaban en 2º básico en 2013, año en que el nivel Insuficiente fue de un 21%, los resultados 2015 reflejan un fracaso del cual nadie habla ni se hace responsable.

El Ministerio de Educación tiene la obligación de informar públicamente sobre el número y porcentaje de niños pobres que tienen nivel de aprendizaje Insuficiente en las pruebas Simce, y su distribución urbana, rural y por género, y la variación en el tiempo de esos indicadores. Esto permitiría focalizar acciones concretas para mejorar con urgencia la calidad de la educación pública que reciben estos niños, con metas y plazos conocidos, destinando a esto parte importante -y no marginal- de los recursos de la reforma tributaria, cuyo objetivo era terminar con las desigualdades e inequidades educacionales que marca la cuna pobre. Mientras esto no ocurra, el discurso por la educación pública de calidad y equitativa seguirá vacío de alma y de humanidad, y seguiremos condenando a esos niños y niñas a la pobreza y a la marginalidad.

Víctor Pérez Vera
Ex rector de la Universidad de Chile