Señor Director:

En simultaneidad a la preocupación editorial de "El Mercurio", que afirma que vale la pena seguir financiando películas que poca gente irá a ver, la Cinemateca francesa promociona en París la más grande retrospectiva mundial que, en abril y mayo, exhibirá 77 películas del chileno Raúl Ruiz. Evento nunca realizado para otro cineasta. Francia ha podido "conseguir que audiencia y artistas se reconozcan entre sí", como se inquieta con razón el editorial. Porque el público francés sí va a ver a Ruiz durante dos meses en las pantallas.

Eso se logró financiando por años un largo proceso educativo. Manette Bertin, la directora del Instituto Nacional Audiovisual de Francia (INA), al ver "La Vocation suspendue" (Ruiz, 1977), en su momento dijo: "Es formidable... el público no entenderá nada".

No tenía timidez cultural.

"Francia acogió a Ruiz", escribe el ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone, en el programa que se distribuye hoy en París: "Fue el INA de Francia quien le permitió desplegar su talento creativo (...) le permitió realizar a gusto su obra tan singular (...) y hoy sus imágenes representan una suerte de espejo donde se refleja nuestro pueblo permitiéndole ver e investigar su identidad cultural".

Larraín acaba de estar de nuevo en cartelera en París; al igual que Varela, que hace poco estuvo con "El viaje de Ana"; Tambutti estrenó "Mi abuelo, Allende", vimos "Las hermanas Quispe", de Patricio Guzmán, y París disfrutó recién otras dos películas, una premiada en Berlín 2015, "El botón de nácar".

Entregaremos en estos días el aporte financiero que nos aprobó el gobierno chileno para la retrospectiva. La Cinematheque anuncia que el ministro Ottone vendrá a la inauguración de las 77 películas de Ruiz. Será un apoyo más a nuestro pujante y creativo cine chileno.

Patricio Hales Dib
Embajador de Chile en Francia