V. Fuentes y J. Ahumada

"Una buena noticia para Chile". La misma frase usaron ayer los ministros del Interior y de Hacienda, Jorge Burgos y Rodrigo Valdés, respectivamente, para calificar la firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económico -conocido como TPP- concretada ayer en Nueva Zelandia por el canciller Heraldo Muñoz.

Los comentarios se dieron en medio de diversas muestras de reticencia hacia el acuerdo, en distintos sectores políticos, cuyos parlamentarios deben ratificar el tratado en el Congreso.

Según lo establecido en la firma, Chile tiene un plazo de dos años para que el Parlamento apruebe la medida, que requiere 4/7 de respaldo, es decir, 21 votos en el Senado y 69 en la Cámara de Diputados. El Congreso solo tiene la facultad de ratificar o rechazar el tratado, no de modificarlo. El texto ingresaría en marzo a la comisión de RR.EE. de la Cámara Baja.

El TPP es un tratado de libre comercio firmado por 12 países de la cuenca del Pacífico -que incluye a las tres mayores economías del mundo, como son EE.UU., China y Japón- y que contempla una rebaja en las barreras comerciales, un marco común de propiedad intelectual y un nuevo mecanismo de arbitraje entre el sector privado y los estados, entre otros temas.

Andrés Rebolledo, quien encabeza la Direcon, aseguró a "El Mercurio" que desde el Ejecutivo se han dado las instancias de diálogo y transparencia con respecto al TPP.

"Desde que el Gobierno tomó esta negociación, la transparencia ha sido prioridad en la conducción del proceso. En ese contexto nos hemos reunido con más de 100 organizaciones durante la negociación", afirmó Rebolledo, quien agregó que "esta política del dialogo va a persistir".

El voto reprobatorio del socialismo

Sin embargo, el sábado pasado, el XXX Congreso del PS -máxima instancia partidaria- aprobó un voto con reparos al TPP: "Llamamos a nuestros parlamentarios a analizar críticamente este tratado, pensando en materias tan sensibles como son las inversiones estatales, el derecho a la salud, a medicamentos, al uso y registro de semillas, a la protección de datos personales y el uso de los mismos, y al libre acceso a internet".

El senador PS Alfonso De Urresti -quien ayer protestó contra el Tratado frente a La Moneda- comentó que "este es un tratado que favorece a las grandes empresas farmacéuticas y de internet. No a la economía que quiero que se desarrolle en mi país". Su par y vicepresidente del partido, Juan Pablo Letelier, agregó que "en el PS hay una visión muy crítica".

El jefe del comité de senadores socialistas, Carlos Montes, y el líder de la bancada de diputados de ese partido, Manuel Monsalve, ratificaron que hoy la opinión mayoritaria entre los parlamentarios socialistas es negativa ante el acuerdo.

Algo similar ocurre en el PC. En el debate que se está realizando en todas las comunas del país en torno al XXV Congreso Comunista -que fija las directrices del partido por cuatro años- se han manifestado en contra del acuerdo. Estas aprensiones han sido expresadas por los seis diputados de la colectividad a través de distintas instancias.

"Que el Congreso apruebe el TPP fijará un pésimo precedente, por tratarse de un acuerdo comercial que se negoció en secreto, de espaldas a la ciudadanía, favoreciendo los intereses de las grandes corporaciones transnacionales", dijo Camila Vallejo. "El TPP tiene un problema de forma y de fondo", tuiteó su par Hugo Gutiérrez.

En tanto, el presidente del PC, Guillermo Teillier, dijo que "nuestra visión sigue siendo muy crítica, al igual como lo hemos manifestado en estos años que duró la negociación". Agregó, de todas formas, que aún no hay una definición oficial al respecto.

Posiciones contrapuestas

En los demás partidos, en tanto, existen visiones contrapuestas. En la DC, por ejemplo, su presidente, Jorge Pizarro, afirmó que respalda el tratado, mientras que el diputado Fuad Chahín se manifestó en contra.

En el PPD, en tanto, el jefe de bancada, Jorge Tarud, expresó su apoyo. En el entorno del senador Guido Girardi, por otro lado, aseguran que este estaría evaluando su postura.

En RN, por otro lado, afirman que el tema debe ser estudiado en detalle y acusan al Gobierno de no haber dado a conocer el contenido del tratado en forma oportuna, en una crítica que es compartida por Chahín, el senador De Urresti y Vallejo.

En la UDI, la senadora Jacqueline van Rysselberghe tiene reparos, mientras Juan Antonio Coloma quiere estudiar el tema antes de tomar una definición. La bancada de diputados estaría por apoyarlo.

Principales reparos

Entre las principales dudas y reparos de quienes se oponen al TPP -documento que incluye 30 capítulos y seis mil páginas- están la protección de datos para la generación de nuevos medicamentos, lo que podría retrasar el ingreso de genéricos al mercado. También hay dudas por los derechos digitales de la población -dicen que empobrecerá la capacidad de descargar contenidos de internet- o de instalar softwares en determinadas marcas de computadores.

Otras críticas apuntan a que el tratado podría afectar la industria de protección de las semillas -imponiendo un símil de la llamada Ley Monsato, que no se aprobó en el Parlamento-, y por los mecanismos de solución de controversias entre las empresas transnacionales y los estados.