"Sicario"

Mirar como mira la cámara no es algo que hacemos a menudo como espectadores, porque el lente y el hombre detrás del lente son invisibles e imperceptibles. Lo que importa es la historia, los actores, la acción. Pero en "Sicario", la cámara, su director de fotografía -Roger Deakins- y el director de la película, Denis Villeneuve, forman una sagrada trinidad para descender al infierno de Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera de EE.UU. Esta es una película sobre la lucha contra el narcotráfico, es la historia de una honesta agente del FBI (Emily Blunt) que cree en lo correcto y que se sumerge en una guerra sin cuartel, sin malos ni buenos, donde, como pasa en todo buen ejemplo de cine negro, los grises morales y éticos lo confunden todo y a todos. "Sicario" compitió en Cannes, en Toronto, es de las favoritas de la crítica y su estela de reconocimientos anticipa que tendrá nominaciones al Oscar. Hay varias secuencias que quitan el aliento (el comienzo inesperado, la internación en Juárez, la inmersión en unos demoníacos túneles) y en todas ellas hay historia, actores y acción. Pero detrás están la cámara, el director de fotografía Roger Deakins y el cineasta canadiense Denis Villeneuve para dirigir las miradas y crear una nueva iconografía que será un clásico instantáneo. Si Francis Ford Coppola tuvo al director de fotografía Gordon Willis para enmarcar la grandeza de "El Padrino", el cineasta Denis Villeneuve ha encontrado en Deakins y su cámara a dos cómplices ideales para enmarcar la grandeza de su propio cine. Ya trabajaron juntos en "La sospecha", ahora en "Sicario" y pronto en la secuela de "Blade Runner": el viaje a otro infierno, en un futuro cercano donde tampoco hay mucho respiro. Esta es una película inmensa, devastadora y construida del inasible material del cine: una sucesión de arrolladores fotogramas en función de un nervio dramático tan vital como escaso en el cine actual. Una obra maestra. Drama. 2015. EE.UU. 121 minutos. 14 años.

"Krampus: el terror de la Navidad"

Piense en el Grinch, pero añada terror y cine B, y eso es esta película: la historia de un niño que desiste de su espíritu navideño cuando es testigo del desastre familiar de sus padres, tíos y primos en vísperas de Nochebuena. Michael Dougherty, guionista de "X-Men 2", ahora como director, intenta darle consistencia a una fábula moral de horror donde quienes pierden su fe en la Navidad son castigados por Krampus, espíritu malvado y la antítesis del Viejo Pascuero. La actriz de "Sexto sentido" Toni Collete, en el rol de la atribulada madre del niño, hace lo que puede con lo poco y nada de un guión grueso, con algunos brochazos de humor tipo Joe Dante en "Gremlins", pero a años luz de ese clásico ochentero. Más en sintonía con un capítulo de TV tipo "Historias asombrosas" que con una película de terror, "Krampus: el terror de la Navidad" es golpe de efecto sin mucho destino. Terror. 2015. 98 minutos, 14 años.