Tata Amaral es una de las cineastas más singulares de Brasil. Con la excepción de Antónia (2006), todas sus películas transcurren en espacios reducidos, con muy pocos personajes, en tiempos restringidos y en torno a una confrontación de gran intensidad dramática. El punto de vista siempre es el de una protagonista mujer, aunque sin el programa del feminismo tradicional, sino más bien el de un desafío a la corrección política.
En Hoy aparecen seis personas -tres mujeres y tres hombres-, pero el protagonismo está limitado a una pareja. La historia se desarrolla con el principio de la unidad de espacio, acción y tiempo, aunque este último es más subjetivo que cronológico.
La fecha es marzo de 1998, en Sao Paulo. En el inicio, Vera (Denise Fraga) llega al departamento que acaba de comprar, un espacio amplio y luminoso en el piso 9 de un edificio antiguo. Detrás de ella aparecen los dos cargadores de la mudanza, que traen sus muebles y pertenencias. Vera, que ya anda en los tardíos 40, se ve feliz: se siente a gusto, quizá cumpliendo un antiguo deseo.
Hasta que de pronto aparece en el departamento, sin explicación, su amor de juventud, Luis (César Troncoso). Este hombre se comporta de modo extraño: examina los muros huecos, cierra las persianas y dicta las instrucciones de quien vive en la clandestinidad. Pronto nos enteramos de que Luis y Vera fueron militantes de la izquierda guerrillera en los años 70, los más duros de la dictadura militar brasileña.
Mientras los cargadores siguen instalando los muebles -y Vera se encarga de ocultar a Luis-, la historia se va desplegando en silencios, miradas y pequeñas descripciones. Luis ha sido reconocido como muerto en la ley de 1995, que concedió reparaciones monetarias a los cónyuges o parejas de los desaparecidos entre 1961 y 1979, los años de la dictadura. Vera ha comprado el departamento con ese dinero.
La confrontación atraviesa el problema de los ideales, el compromiso político, el amor, la lealtad y la traición, la violencia, la culpa y la pérdida, el miedo, la tortura, todas esas encrucijadas políticas y morales que marcaron de una manera distintiva a la juventud que tenía 20 años en los 70 no solo en Brasil, sino en gran parte de América Latina.
Tata Amaral se mete en esos debates con delicadeza y coraje, sin perder jamás de vista que todo ocurre dentro de la conciencia atormentada de Vera y que por eso no necesita ni coherencia perfecta ni realismo factual. El espacio se transforma, el tiempo se expande, los hechos se cruzan: el estilo traduce las perturbaciones y los dolores de una protagonista que ha consumido en ellos parte de su vida. La tristeza de Hoy, película ejemplar en sobriedad e intensidad, tiene pocos símiles en el cine latinoamericano.
Hoje
Dirección: Tata Amaral.
Con: Denise Fraga, César Troncoso, João Baldasserini, Lorena Lobato, Pedro Abhull, Cláudia Assunçao.
85 minutos.