Hace unos días, la revista norteamericana Wine Spectator publicó su lista de los Top 100, uno de los rankings más influyentes en el mundo del vino, en especial en el país del norte, donde esta publicación es una de las líderes en orientar el consumo.
El Spectator viene publicando esta lista desde 1998 y una vez un vino chileno estuvo al tope del ranking: fue en el listado de 2008, cuando el Clos Apaltaa 2005 de la viña Lapostolle se ubicó en el primer lugar, con 96 puntos sobre un máximo de cien.
Claro que para lograr el primer puesto, no necesariamente hay que tener el mejor ranking ni tampoco ser el más caro ni, como en el caso de Lapostolle, venir de una zona clásica. Esta lista tiene sus particularidades. "Siempre ha sido un misterio para toda la industria chilena. No estoy seguro de si degustan por separado los distintos niveles de precios ni si tienen la etiqueta a la vista, solo sé que los vinos degustados deben tener presencia física en el mercado", señala Aurelio Montes, enólogo y socio en Viña Montes y autor de uno de los cuatro vinos chilenos seleccionados este año por la lista.
De acuerdo a la propia explicación de Wine Spectator, los criterios para este ranking tienen que ver con la relación precio-calidad, con la calidad a secas, la disponibilidad en el mercado y lo que alguna vez ellos mismos llamaron el "factor X" y que ahora, de una forma menos misteriosa, describen como el entusiasmo que les provocan los vinos de la lista.
Y es una lista ecléctica, aunque con cierta tendencia a los vinos californianos y de la Toscana, pero con deslices como Les Chamois du Paradis de Jean Francois Ganevat, en la hoy muy hipster región de Jura, en Francia. De Sudamérica, bien poco este año. Cuatro tintos chilenos y dos malbec de Argentina.
En cuanto a precios, la lista 2015 ofrece vinos que van desde los US$10 que cuesta el Real Companhia Velha Porca de Murça del Douro, en Portugal, ubicado en el lugar 39 y con 90 puntos, hasta los US$195 que cuesta el Peter Michael Au Paradis, un cabernet sauvignon de Oakville, en California, que se ubica en el primer lugar del ranking de este año, con 96 puntos.
El puntaje del Au Paradis, sin embargo, no fue el más alto. Ese honor se lo llevaron Altesino Montosoli, un Brunnelo de Montalcino, en la Toscana, y el pinot noir La Source producido por Evening Land, en Oregon. Ambos obtuvieron 98 puntos y se trata de vinos más bien caros. El primero cuesta US$125 y el segundo US$70. Algo tiene que ver el factor de entusiasmo para que un cabernet de Oakville llegue en primer lugar.
"Yo creo que el criterio principal después de los puntajes y la presencia en el mercado es el factor "x", que a la larga lleva al crítico a tener preferencias, no sólo por el vino per se,si no que además por el organismo que comprende todo lo que rodea ese vino: su gente, sus viñedos, su filosofía, consistencia, seriedad, trayectoria y varios otros factores que entran en esa juguera", dice Cristóbal Undurraga de la viña Koyle, otro de los chilenos que lograron poner un vino entre los cien.
De cualquier forma, y sobrellevando la avalancha de nuevos críticos nacidos al alero de las redes sociales, el Top 100 del Spectator sigue siendo muy influyente. Para Sven Bruchfeld, enólogo de Polkura, la lista tiene una importancia comercial innegable. "Tanto en 2010, cuando estuvimos en el mismo listado por primera vez, como también ahora en 2015, los remanentes del vino se vendieron en cosa de horas. Lo realmente importante se refiere a la construcción y valorización de la marca. Hoy en el mundo existen cientos de miles de marcas y posicionarse no es fácil. Sin duda, los reconocimientos ayudan a mejorar en ese sentido y la lista Top 100 de Wine Spectator es bastante observada por el mercado en general", asegura.
Para terminar, algo importante: los vinos chilenos seleccionados tienen buena presencia en el mercado local. No queda más que ir a probarlos y ver si están de acuerdo o no con el ranking del Spectator.
Los cuatros premiados
Puesto 32
Viña Carmen
Gran Reserva Cabernet Sauvignon 2012
El equipo enológico de Carmen está muy contento con este premio. "Este reconocimiento nos confirma que estamos haciendo un buen trabajo. Es como una inyección de energía para seguir poniéndole", dice el enólogo en jefe de Carmen, Sebastián Labbé, orgulloso de su especiado y clásico cabernet del Maipo.
Puesto 37
Viña Montes
Alpha Syrah 2012
"Siento que este tipo de premios valida mi estilo de vinos, lo que es muy importante para un enólogo", dice Aurelio Montes, sobre este voluptuoso syrah de Colchagua. "Aunque yo creo que nuestro cabernet Alpha también merecía reconocimiento", agrega sonriendo.
Puesto 82
Polkura
Syrah 2011
"Obviamente estoy de acuerdo con la decisión y se agradece, pero eso no significa que haya que creerse el cuento. Esta no es una lista de los 100 mejores vinos desde el punto de vista netamente cualitativo", dice Sven Bruchfeld, socio de Polkura y autor de este syrah que viene de los suelos de granito de Marchigüe, un tinto con fuerza y madurez para regalar.
Puesto 88
Viña Koyle
Cabernet Sauvignon Royale 2012
Cada vez más sólidos están los vinos de Alto Colchagua elaborados por la familia Undurraga en Los Lingues. Este cabernet es un ejemplo. "Siendo una de las revista de vinos más leída a nivel mundial, poder estar dentro de los cien mejores nos entrega confianza", afirma Cristóbal Undurraga, enólogo de Koyle.