Los realizadores de "The switch", que debutó anoche en Mega, dicen que se trata de un híbrido nunca visto en nuestra TV ( reality , docurreality y show de talentos) y que sus propósitos son fomentar la inclusión e instalar en nuestra sociedad un nuevo tema de conversación.
Todo eso puede ser cierto, y bastante de que lo se vio en el primer capítulo apunta en esa dirección. Pero no hay que olvidar que cada uno de los protagonistas de "The switch" -un grupo de transformistas chilenos y argentinos- interpreta a un personaje que vive de la exposición: que canta, baila, hace reír o simplemente quiere mostrar un look femenino lo más llamativo posible. Poner a competir a un grupo de estas características asegura que saltarán chispas. Ya lo demostró su símil estadounidense "RuPaul's Drag Race", del que Mega obtuvo la licencia: aquí hay espectáculo, conflicto y material televisivo asegurado.
El primer capítulo fue una edición de larga duración, que intentó poner toda la carne en la parrilla. Estuvieron las historias personales de estos hombres, con rupturas familiares y dobles vidas, y en las que finalmente prima el deseo de mostrar su verdad y de ser aceptados. También estuvo el espectáculo, en el que no se escatimaron recursos para una puesta en escena de calidad. Todo refrendado por un jurado que tiene un nombre en lo académico y en lo artístico, como el musicólogo Juan Pablo González y el director musical Sebastián Errázuriz.
El conjunto hace que "The switch" sea un programa entretenido, pese a que el primer capítulo pecó de reiteración en sus contenidos. Hubo escenas que se repitieron más de una vez, como el encuentro entre Luz Violeta (Sebastián Aguirre) y su padre en un campo de Ovalle. Es cierto que había que delinear el perfil de cada personaje, pero hubo redundancia en este afán.
El casting es uno de los puntos fuertes. Hay personajes atractivos: Botota Fox (José Miguel Navarrete), que lleva la batuta en acidez y desparpajo; Luz Violeta, quien se sabe "la bonita del grupo". Y hay otros más enigmáticos, como Yume Hime (Pablo Poulain), que parece haber salido de una película de Tim Burton. Y también se cuenta una auténtica villana: Sofía Camará, interpretada por el argentino Pablo Carayani.
"The switch" puede parecer una apuesta arriesgada porque el transformismo es un tópico que no se había tocado en la TV abierta. Pero, en el fondo, tiene todos los elementos para captar a los adictos a la pantalla chica.