Señor Director:

La noche del martes llevé a mi hija al concierto de Katy Perry, para lo cual compré las entradas más caras que había. Ella tiene 9 años y por primera vez iba a un concierto.

El tema es que cuando llegamos a nuestros asientos correspondientes (o fila correspondiente), el acomodador nos hizo esperar un poco y luego volvió diciéndonos que los asientos estaban un poco más atrás... el tema es que estaban mucho más atrás (pasamos de estar a cinco metros del escenario a 25 metros de él). Le preguntamos el porqué nos cambiaba de ubicación y nos dijo que se había "acortado el escenario".

Grande fue mi sorpresa al ver que nos habían puesto al lado del sector Golden (en el mapa, nosotros deberíamos haber estado al lado de otro sector VIP). Lo que hizo la productora fue correr el sector VIP al sector Golden, y a los que pagaron entrada en el sector Golden, al sector Silver.

Minutos antes del concierto el problema se fue acrecentando, ya que las personas que se dieron cuenta de que estaban siendo estafadas presionaron para ir a puestos más adelante, siendo detenidas por los guardias.

Por otra parte, en la entrada hacia la cancha estaban reteniendo a la gente para que no ingresara y no se produjera más caos del que estaba ocurriendo. Tres minutos antes de comenzar el concierto los guardias que estaban impidiendo el paso fueron llamados a sus intercomunicadores para que soltaran a las personas, las cuales se abalanzaron a la cancha.

Escribo, porque pienso que esto debe parar. Estamos a un paso de una tragedia de proporciones por culpa de situaciones de este tipo.

Por mi parte, me juré no asistir a ningún concierto más con mi hija, ya que su integridad física y emocional vale más que mil conciertos.

David Cornejo Sepúlveda
Periodista