La base de esta película son las relaciones afectivas, amistosas y laborales que existen entre los integrantes a bordo del emprendimiento, es decir, la película que se titula "Alma".
Es un grupo que viene desde la sitcom "Casado con hijos" y que se ha extendido por el teatro y la televisión, también por el cine con el western "Sal" (2011) y desde luego por la publicidad y las marcas comerciales del retail o la comida rápida que inundan "Alma".
Javiera Contador es la protagonista, y es probable alguna lejana inspiración con la Audrey Tautou que fue "Amélie" (2001), con el propósito evidente de convertirla en una mujer encantadora. Y para remarcar la intención, en alguna pared, aparece un póster de Audrey Hepburn como Holly Golightly, la protagonista de "Desayuno en Tiffany's" (1961), y en ese clásico, como se sabe, la actriz estuvo preciosa, deliciosa y distraída.
Alma es una profesora de piano olvidadiza y bipolar y es el tipo de personaje femenino que sólo el director de esta película, Diego Rougier, por razones personales y porque es la pareja, puede encontrar leve, alado, simpático y cautivante.
Sólo un punto de vista así de único que responde a un cariño extremo y a un voluntarismo ciego, convierten a Alma en un encanto de mujer.
Para el resto del mundo, en cambio, es lo contrario; y solicitar algo distinto sería inhumano, porque las lecturas de Alma son irritantes: gatea sobre las mesas, se le pierde todo, ingresa en bicicleta a una tienda de electrodomésticos o lanza platos y jarros por la ventana. Y todas esas actitudes, según la película, construyen una persona luminosa, delirante y divertida. En rigor es un comportamiento insoportable, inútil, infantil y ramplón.
La mujer, después de casi 20 años de matrimonio, se separa de su marido Fernando (Fernando Larraín) por un equívoco, y mientras dura la distancia viven en departamentos enfrentados, conocen un par de pretendientes cada uno por su lado y finalmente se reencuentran en Buenos Aires.
Javiera Contador, además, interpreta al personaje de Marta, una señora argentina dominante y soez con más gracia que Alma, porque es la madre del mejor personaje de la historia: Gaspar (Nicolás Cabré), un argentino que en Chile es un triunfador y que en su país es un fraude.
Es el personaje del argentino en la tierra de las oportunidades que hasta podría ser materia de estudio en el cine chileno, desde el Jorge Alís de "Play" (2005) al Gastón Pauls de "Paseo de oficina" (2012).
Es el único que al menos se modifica y cambia y no es una caricatura, como el resto de actores invitados, exigidos al mínimo y por eso sobreactuados.
"Alma" de Diego Rougier es una fórmula de hacer películas y sus conexiones genuinas y naturales están con el supermercado, el retail y el marketing, y también con la oportunidad y el consumo.
El cine está en otro pasillo.
Chile-Argentina, 2015.
Director: Diego Rougier.
Con: Javiera Contador, Fernando Larraín, Nicolás Cabré.
106 minutos. T.E.