"Tiempos malos"
Es un hito el estreno de esta película del cineasta Cristián Sánchez G. ("Los deseos concebidos", "El cautiverio feliz"), un autor undergroundque puede moverse en una vía similar a la de Raúl Ruiz, pero en vez del barroquismo del director de "La maison de Nucingen", Sánchez ha construido una filmografía quizás más "naturalista" y de narrativa más tradicional. Esta historia es la de un joven, Ángel, que se incrusta en medio del mundo del hampa sin buscarlo, y si se trata de un protagonista anodino y neutro, el mundo al que ingresa es riquísimo y colorido por su propuesta, sostenida principalmente por el uso de un "coa" real e inventado, casi musical, recitado y estructurado para revivir el esqueleto de una valiosa chilenidad popular-urbana. Sánchez saca provecho del sofá de un living, de la mesa oscura de una boîte, de una cama sin hacer, para colocar allí a sus personajes, tanto los vivos (un gran Fernando Farías, por ejemplo) como los espectros (los "mandados a callar" por el personaje de Farías). Y Sánchez los deja hablar y articular un cuento para cuenteros, pero además para que sea usado como un espejo de lo que somos, filtrado con un lenguaje audiovisual sofisticado, simple, pero sofisticado; y empaquetado para quedar en la historia del cine. Cristián Sánchez, autor al que vale la pena alumbrar para que sus obras nos iluminen, se merece una ovación de pie, a pesar del retardado estreno de este filme que se mostró en 2009 en el Festival de cine de Valdivia.
Chile. Drama. 2008. 160 minutos. T.E."Sin escape"El padre de una familia estadounidense (Owen Wilson) está confiado. Su nuevo empleo y vida en un país del sudeste asiático prometen. Su esposa y dos niñas van también confiadas y apenas bajan del avión la caricaturesca cámara de John Eric Dowdle (que firma como guionista y director) divide esto entre "nosotros" los buenos y "ellos" los salvajes malos.
La burda acción se desencadena sin explicación cuando una turba de "salvajes" ataca 1) a la policía 2) a inocentes y, sobre todo, 3) a extranjeros. Supuesta recreación de un ¿golpe de Estado?, la eterna cara de bromista de Owen Wilson y su monocorde dicción no ayudan a tomar las cosas en serio ni menos la restringida labor de Pierce Brosnan como un pistolero al rescate. Los diálogos recurrentes "Are you ok?", después de salvar cada peligro, son una muestra de la escasez de ideas. Y si el director John Eric Dowdle hubiera maquillado a los agresivos nativos de muertos vivos, toda la historia, tal como está, sin cambio alguno, aplicaría de igual modo como película B de zombies, con el respeto que merecen las películas B.
"No escape". Suspenso. 2015. EE.UU. 103 minutos. 14 años."Mia Madre"El director italiano Nanni Moretti refleja su propio oficio, hacer cine, y su propio duelo, la muerte de su madre, en esta historia que funciona en varias esquinas y en cuyo centro está Margherita (Margherita Buy): una cineasta que trata de domesticar a su fiera estrella de cine de Hollywood (un graciosísimo John Turturro); manejar la crisis de su hija adolescente, contener a su hermano (Moretti) y mantenerse en una pieza porque su anciana madre está extinguiéndose frente a sus ojos en el hospital y, luego, desahuciada regresa al hogar a yacer entre los suyos. Moretti emociona, pero no calcula emociones en este peliculón a corazón abierto que sí, es un acto confesional y más viniendo de él, un director de la confesión ("Caro diario"), pero que fluye honesto y verdadero porque la moraleja se sale del cliché y la obviedad. Con "Mia Madre", Moretti trata de aprender (Ada, la matriarca, profesora de latín) y aprehender el fondo y figura materna, y esa epifanía, sin anuncios, sin las costuras evidentes a la vista, es lo que convierte a este relato sin ambiciones en una gran película.
Drama. Italia. 106 minutos. T.E.