El momento deportivo de Colo Colo le permite a Aníbal Mosa algunas licencias. Descabezar la seguridad y las comunicaciones del club, por ejemplo. O pedir el regreso del bombo sin haber solucionado problemas más urgentes, como los ingresos del público al Monumental.
La escuadra del "Coto" Sierra navega plácida al tope de la tabla, tiene un generoso recambio para los titulares y se da el lujo de tener convocado a Baeza, un volante que debió retroceder para resolver el problema de las lesiones en la defensa. Ese detalle debe haber encandilado a Sampaoli.
Pareciera tener todos los problemas resueltos Sierra. Y disponer de tiempo para cerrar los que le faltan, como el del segundo arquero. Mientras tanto en la U el incendio crece y se cierra en torno a Martín Lasarte. El empate frente a Palestino enfatizó sus peores problemas. Las grandes "inversiones" del club para el semestre todavía no dan el tono. Renovar a Osvaldo González, Gustavo Lorenzetti y traer de vuelta a Patricio Rubio y Matías Rodríguez fueron temas prioritarios en el armado azul, pero no marcan diferencias. Por el contrario, hasta ahora confunden.
Ayer, cuando el partido parecía sentenciado a favor de los árabes, el ingreso de Leandro Benegas y Renato González inyectó espíritu y fuerza en el equipo, haciendo inexplicable su suplencia, sobre todo cuando los titulares siguen sin convencer. Extendió su invicto Lasarte, pero quedó a seis puntos del líder, lo que en un torneo corto puede ser determinante, sobre todo si el uruguayo sigue sin encontrar las trabas al funcionamiento.
Como suele ocurrir en estos casos, la corriente autoflagelante se impuso en la semana, con declaraciones que no invitan a la esperanza. Pepe Rojas le puso mala nota al equipo y el mismo Lasarte dejó en claro que la decisión de seguir la tomará él, y no la directiva, lo que ahondó sus diferencias con un sector importante de la cúpula.
Enfrentado a sus propios fantasmas, el equipo es una mezcla de infortunios y malas determinaciones. Se lesionó Guzmán Pereira en un momento clave, ayer echaron a Espinoza que era el mejor de la cancha, se resfrió Ubilla en la antesala del partido. Pero no hay soluciones para males ya arraigados en esta campaña. La defensa pasa por un mal momento (con la excepción de Corujo) y el equipo no tiene línea técnica, porque Lorenzetti lucha, pero no crea.
En ese escenario urge que Lasarte encuentre el equipo, pero "Machete" parece haber perdido una de sus características más elogiadas en la campaña del título: pragmatismo y claridad. Aferrado a algunos nombres, la voluntariosa reacción del equipo en los quince minutos finales ante Palestino puede indicarle el camino: cuando se pierde el fútbol, bien valen las voluntades.
Y los que entraron (agregando a Pancho Castro) fueron capaces de darlo vuelta para brindar el mejor partido en lo que va corrido del torneo.