La idea es refrescar y abrir el apetito, por eso al principio de cada comida se sirve vino blanco. La responsabilidad del plato de fondo la tienen los tintos, pues se asume que tienen el cuerpo necesario para dar cuenta de sabores más contundentes. Esa es la mirada tradicional en Chile.
Sin embargo, hoy tenemos un puñado de botellas que quieren construir un nuevo orden para los blancos. Son vinos que se encaminan hacia un estilo del Viejo Mundo, en que hay un carácter acerado y potente, al que se suma complejidad. Pandolfi Price, una viña familiar de la Región del Biobío, es uno de los mejores y más económicos ejemplos de esa nueva tendencia. La vendimia 2011 de la línea Los Patricios Chardonnay tiene suficiente carácter para opacar a más de un tinto y la elegancia necesaria para dar cuenta de sabores complejos. De hecho, lo mejor es abrirlo un par de horas antes de consumirlo para que muestre mejor sus capas de sabores.
Si se atreve, combínelo con un par de quesos de sabor fuerte, como los azules.
Pandolfi Price Los Patricios Chardonnay 2011, $12.000. En Boragó, Barrica 94, Hyatt y Vinum.Eduardo Moraga