La compañía propietaria de esta película se llama Squirrels to the Nuts. Este es un famoso retruécano ("ardillas a las nueces") con que el caballero Adam Bielinski explica a la fontanera Cluny Brown que la felicidad está donde uno quiera que esté, una de las nociones principales de El pecado de Cluny Crown (1946), la última cinta terminada por Ernst Lubitsch. El cineasta Peter Bogdanovich incluye esa escena inolvidable a modo de coda en Enredos de Broadway, como confirmación del origen de su filme.
La historia comienza con la actriz Isabella Patterson (Imogen Poots), que le relata su vida a Judy, una periodista cínica ("como casi todo el mundo hoy") en un bar de Hollywood. Lo que sigue es un conjunto de flashbacks. Isabella era una call girl hasta que conoció a Arnold Albertson (Owen Wilson), que le dio dinero suficiente para dejar ese oficio, una manía secreta que Arnold practica a menudo con la figura de las "ardillas para las nueces".
Lo que Isabella ignora que Arnold es el director de la obra de Broadway en que ella será protagonista, junto con un actor de moda, Seth (Rhys Ifans) y... la esposa del director, Delta (Kathryn Hahn). Por añadidura, Isabella es perseguida por un juez obsesivo (Austin Pendleton), una psicoanalista neurótica (Jennifer Aniston) y un detective privado (George Morfogen), que además resulta ser el padre del productor, Joshua (Will Forte), igualmente interesado en la nueva actriz.
La obra que se prepara, "A grecian evening", también trata de una call girl, pero el centro del asunto no está aquí, sino en la forma frenética, histérica e incontrolable en que todos estos personajes se cruzan entre sí, sobre la base de malos entendidos y explicaciones imposibles. El momento climático -pero no el único- se produce cuando todos los personajes convergen, sin saberlo, en un restaurante italiano donde solo se multiplicarán sus dificultades.
Bogdanovich, el último de los directores clásicos, aborda Enredos en Broadway como un visible esfuerzo por recuperar la screwball comedy de los años 30 y 40, tal como lo ha intentado en una media docena de películas desde ¿Qué pasa, doctor? (1972). Aquí ocupa lo que fue uno de los espacios favoritos de ese género, el teatro, un ambiente donde se dan cita los talentos creativos, pero también las neurosis más desenfrenadas.
Como Cluny Brown, Isabella es la figura más tierna, inocente y conmovedora del grupo, la única que no sabe dónde está su lugar y la primera que entiende que ese lugar está donde puede ser feliz; pero todos los otros personajes tienen también esa nobleza escondida que se adivina bajo la demencia y el ineludible encanto de no comprender lo que ocurre.
Enredos en Broadway puede ser demasiado clásica para que resulte un éxito, pero muestra a un Bogdanovich que, a sus 76 años, conserva el envidiable vigor fílmico que tuvo desde sus primeras obras.
She's funny that way
Dirección:
Peter Bogdanovich.
Con: Imogen Poots, Owen Wilson, Rhys Ifans, Kathryn Hahn, Jennifer Aniston, Will Forte. Austin Pendleton.
93 minutos.