Una "famosa actriz de Hollywood" da una entrevista en la que cuenta cómo llegó al éxito, y empieza a desgranar así una historia desopilante, llena de enredos, coincidencias y personajes cruzándose siempre en el peor momento. Antes de triunfar era una prostituta (Imogen Poots), de esas ingenuas y encantadoras que salen en películas de Woody Allen. Un día tiene una velada inolvidable con Owen Wilson, quien la inspira a dejar el oficio más antiguo del mundo y perseguir sus sueños. Claro que más adelante llega a trabajar a una obra en Broadway donde él es el director, y su esposa, la actriz principal, y de a poco se van sumando otros personajes como el dramaturgo (Will Forte), la terapeuta histérica (Jennifer Aniston) y así. Más gente que sale en películas de Woody Allen. La sensación de refrito es innegable, pero no se puede negar tampoco el oficio del veterano Peter Bogdanovich con la comedia, los diálogos metralleta con nostalgia por el Hollywood clásico, y el elenco dispar pero cumplidor. Y aunque pierde un poco el rumbo y los desaguisados terminan agotando, el desfile de comediantes dando la nota alta entretiene y sorprende, sin llegar a ser inolvidable.
"She's funny that way". EE.UU., Alemania, 2014. 93 minutos, todo espectador.