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Sábado 08 de agosto de 2015
Sebastián Piñera: "Solo la vaguedad es lo que le permite a la Nueva Mayoría seguir unida"
Respecto al nuevo referente de oposición, el ex Mandatario afirma: "En general, soy más partidario de una confederación de partidos, para que haya la necesaria unidad, pero también la indispensable diversidad".
Alfonso Peró y Patricio Yévenes
Gasta un lápiz al día. Siempre lleva con él uno rojo, otro negro y una regla. Escribe y subraya todo para recordar mejor. Estudios, informes de think tanks nacionales e internacionales y sus anotaciones las sigue registrando en sus blocs Colón. Son parte de sus artículos de primera necesidad. De hecho, siempre lleva repuestos y una calculadora en su bolso de mano.
Es jueves y acaba de aterrizar en Santiago desde Copiapó, donde participó de uno de los estrenos de la película "Los 33". Desde uno de los salones VIP de la Cancillería, donde espera para abordar otro avión, ahora con destino a Buenos Aires, donde dictará una conferencia invitado por la Fundación para la Libertad, el ex Mandatario Sebastián Piñera hace una pausa para realizar "un análisis constructivo y reflexivo", como él mismo señala, respecto del actual escenario político, económico y social del país; del segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet; de las principales reformas del Ejecutivo; las conclusiones del cónclave de la Nueva Mayoría; el proceso de rearticulación de la oposición en el nuevo referente; las próximas elecciones municipales, e incluso el papel de Bob Gunton, quien lo representa en el filme que ilustra el rescate de los mineros en la mina San José.
"Estoy muy preocupado por el rumbo que está tomando Chile -advierte de entrada-. Creo que el país va por mal camino, se está alejando de la senda del progreso y del bienestar, y esto está produciendo malos resultados no solamente en el presente, sino que también está generando consecuencias muy graves para el futuro", y luego argumenta: "Chile, hasta 2013, era un país que crecía al doble de lo que crecía el mundo, que creaba empleos con mucho dinamismo, que aumentaba los salarios con fuerza, que mejoraba la productividad, que incrementaba la inversión, que fomentaba la innovación y el emprendimiento, que fue capaz de reducir la pobreza desde el 14% al 7%; es decir, a la mitad, y también las desigualdades, que logró avanzar en la calidad de la educación, medido por las pruebas Simce, Timss o Pisa, y que además logró mejorar la salud, hacer retroceder la delincuencia, porque la encuesta ENUSC, que mide la victimización, es decir la cantidad de hogares que ha sido víctima de un delito, bajó del 34% al 26% durante nuestro gobierno. Pero ese es un Chile del pasado. En solo 15 meses de gobierno de la Nueva Mayoría, la situación ha empeorado y mucho en todos estos frentes".
-¿Cómo ve el Chile de hoy?
-Veo a un país que está perdiendo su capacidad de crecer, de crear empleos, de mejorar los salarios, en que la productividad es negativa, en que la caída de la inversión lleva 7 trimestres consecutivos, en que además se ha debilitado el esfuerzo de innovación y emprendimiento. También veo retrocesos en campos muy importantes para los ciudadanos, como lo es la educación, la salud y la seguridad ciudadana. Además de eso, veo un cierto deterioro en la calidad de la política y en la fortaleza de las instituciones, una pérdida de esa tradición chilena de buscar el diálogo más que el enfrentamiento, de buscar acuerdos más que imposiciones. Y se sigue insinuando una cultura refundacional de querer partir de cero, con la lógica de la retroexcavadora. Todo eso, a mí me preocupa.
-Desde la oposición se ha cuestionado el giro a la izquierda del programa de gobierno. ¿Lo comparte?
-Algunos en la Nueva Mayoría planteaban que el programa de gobierno, que durante algún tiempo era como las Tablas de la Ley que Dios le entregó a Moisés en el monte Sinaí, había que seguirlo ciegamente. Otros, por ejemplo, todos los ex ministros de Hacienda, incluyendo los de la Concertación, excluyendo solo a Eyzaguirre -me refiero a Aninat, Foxley y Marfán- advirtieron que la reforma tributaria iba a producir un efecto muy negativo en la economía chilena, y el Gobierno hizo oídos sordos. Todos los ministros de educación, incluyendo a Mariana Aylwin, José Joaquín Bruner, Arellano y el propio Bitar, advirtieron también que la reforma educacional tenía grandes problemas, y el Gobierno hizo oídos sordos. Por tanto, implementaron políticas basadas en un diagnóstico e ideología equivocados, muy mal diseñadas, con mucha improvisación, y que creo, y esto es lo que los chilenos sienten, la implementación ha sido de muy poca calidad, muy defectuosa.
-¿Qué entiende por realismo sin renuncia?
-Es una frase que acepta mil interpretaciones; en consecuencia, tiene poco contenido. Hay una cierta contradicción, porque realismo, que es reconocer la realidad de los hechos, significa que uno muchas veces tiene que renunciar a ciertas aspiraciones. Por tanto, realismo sin renuncia fue una forma de dejar contentos a todos, a los que creían que había que corregir y cambiar el rumbo, y a los que creían que había que perseverar con contumacia en el programa de gobierno, tal como se planteó originalmente. Es una frase que no resuelve las ambigüedades ni va al fondo del problema. Dado el actual clima de incertidumbre, de pesimismo y de cierta angustia, se requieren definiciones fuertes y claras para poder corregir los errores, enmendar el rumbo y recuperar la senda del progreso.
Cónclave oficialista
-Precisamente, el cónclave apuntó a priorizar el programa de gobierno.
-Ni la frase de realismo sin renuncia ni el cónclave cumplieron la labor de definir ni precisar el camino a seguir. Para eso se requería liderazgo, fuerza, coraje, voluntad. Por tanto, ni la frase de la Presidenta 'realismo sin renuncia' ni el cónclave han permitido clarificar las enormes incertidumbres y corregir los grandes errores que se han cometido. ¿Qué pasó en el cónclave?, ¿lo que nos dicen los ministros Burgos y Valdés desde La Moneda, o lo que nos dicen el PS, el PC, la CUT desde sus vocerías? Esa pretendida unidad duró muy poco, porque al no tener sustancia no era verdadera. En el fondo, el cónclave fue una vaguedad, porque a pesar del daño que ella produce al país, solo la vaguedad es lo que le permite a la Nueva Mayoría seguir unida. Una vez, Margaret Thatcher, refiriéndose a la oposición en Inglaterra, dijo "cuando son vagos están unidos, y cuando son claros se dividen". Aquí, eso se aplica mucho a la realidad que está viviendo esta Nueva Mayoría, que por lo demás hay que cambiarle el nombre, porque ya no es ni nueva ni mayoría.
-¿Confía en la dupla Burgos-Valdés para corregir la conducción política?
-Tengo una muy buena opinión de ambos, y cuando ellos fueron nombrados ministros del Interior y de Hacienda, fue una luz de esperanza. Pero eso tiene que traducirse en hechos reales y concretos. Hasta ahora no se ve con claridad cuál es la corrección de errores, cuál es el cambio de rumbo, cuál es la nueva carta de navegación.
-Pero el ministro Burgos dijo que la nueva Constitución no se iba a realizar por medio de atajos, y el ministro Valdés se abrió a una vía legal para modificar la reforma tributaria.
-Tiendo a concordar con muchas de las cosas que han dicho los ministros Burgos y Valdés. La Constitución es el marco que le da certeza y estabilidad y reglas del juego a una sociedad. Llevamos cuánto tiempo discutiendo que vamos a hacer una nueva Constitución, pero no se han definido qué cambios se quieren incorporar a la nueva Constitución ni el mecanismo para lograrlo. Todavía no se aclara qué significan estos procesos constituyentes. Esta ambigüedad genera mucha incertidumbre y perjudica el desarrollo. Por otra parte, en lo que se refiere al ministro Valdés, creo que la reforma tributaria requiere correcciones muy profundas, y esas no se pueden hacer por la vía de los reglamentos. Se requiere derechamente modificar la ley.
-Parlamentarios de oposición han dicho que los ministros deben actuar con mayor claridad. ¿Lo comparte?
-Otra cosa es con guitarra. Cuando uno está en la galería, todos tiramos los penales de forma impecable. Pero no es lo mismo estar ahí, frente a la presión que ello significa. Por tanto, yo siento que los ministros Burgos y Valdés enfrentan una enorme cantidad de oposiciones, restricciones, ambigüedades, y creo que la única que puede romper ese círculo vicioso de contradicciones y ambigüedades que tanto daño ha producido es la Presidenta, y no lo ha hecho. La reforma tributaria fue un golpe letal al ahorro, la inversión, la productividad, la capacidad de innovar, de emprender, que son elementos esenciales para que los países crezcan. Incorpora dos sistemas tributarios. El sistema de renta atribuida, y el sistema semiintegrado, que no son consistentes entre ellos.
-Pero la reforma tributaria fue aprobada tras un acuerdo con la oposición...
-Es verdad que a ese acuerdo concurrieron muchos de los parlamentarios de RN y la UDI, y creo que el tiempo ha demostrado que eso fue un error, porque se concurrió a un mal acuerdo. Siempre hay que estar disponible para concurrir, apoyar y aplaudir los buenos acuerdos, pero no un mal acuerdo, como fue el de la reforma tributaria. Esto lo dije en su época y fui muy criticado por eso.
Encuestas
-La Presidenta obtuvo un rechazo del 70% en la encuesta Adimark, dos puntos más de los que usted tuvo en su peor momento. ¿Qué siente un Presidente al tener ese nivel de rechazo?
-Es muy duro, y uno genera una cierta solidaridad con las personas que están sentadas en el mismo escritorio y sufriendo los mismos avatares que le tocó sufrir a uno. Por eso, en esas circunstancias, uno debe preguntarse qué es lo que me está diciendo la gente. Nosotros pasamos por un momento muy difícil en 2011, pero después recuperamos y terminamos el gobierno con un 55% de aprobación. Espero, por el bien de Chile, que este gobierno escuche a la gente, se abra al diálogo y los acuerdos, no se deje dominar por ideoligismos extremos, o posiciones absurdas, y recupere el camino del progreso y del bienestar para todos los chilenos. Aferrarse a un programa de gobierno como si fueran las Tablas de la Ley, al cual hay que adorar y venerar, es un gran error y puro ideologismo.
-¿Le preocupa el nivel de aprobación de la Presidenta?
-Cómo no preocuparnos cuando todas las encuestas recientes muestran que dos de cada tres chilenos piensan que Chile va por mal camino. Antes, la pregunta que nos hacían cuando estábamos fuera del país era: cómo hace Chile para tener liderazgo y claridad en el camino a recorrer, y avanzar mejor y más rápido que América Latina. La pregunta que nos hacen ahora es qué le está pasando a Chile, que se está alejando de la senda del progreso y disparándose en sus propios pies.
-A su juicio, ¿cómo se revierte este escenario, como se ha dicho, de desconfianza e incertidumbre?
-Primero, hay que recuperar el respeto y la amistad cívica, porque eso es un factor esencial para generar una cultura de diálogos, acuerdos, entendimientos y colaboración. Eso es responsabilidad de todos. Segundo, el Gobierno tiene que reconocer que las políticas que está implementando y sus grandes reformas estructurales están generando resultados muy negativos y son rechazadas por una gran mayoría. Es muy importante no seguir creando más incertidumbre, inestabilidad, y en consecuencia, zanjar el tema constitucional.
-Pese al actual escenario y a la baja aprobación del Gobierno y de la Presidenta, la oposición no capitaliza.
-La oposición vivió un momento muy difícil, fuimos golpeados por los resultados electorales, por conflictos internos, hubo que hacer cambios a las directivas. Ha habido muchas prácticas desleales, o fuego amigo. Pero siento que hoy la centroderecha está en un sólido proceso de reorganización y renacimiento, como lo anunciaron los presidentes y secretarios generales al presentar el nuevo referente.
-¿Cuál es el paso siguiente?
-Mi propuesta, que he conversado con todos los presidentes de partidos, creo que es indispensable avanzar a pie firme y con un cierto sentido de urgencia en la creación de este nuevo referente, que es el primer paso hacia una nueva centroderecha. Se requiere un nuevo nombre, una nueva organización que vaya más allá de RN, la UDI, Evópoli y el PRI, que incorpore a la sociedad civil las regiones, el mundo independiente y nuevos movimientos.
Nuevo referente opositor
-¿Partido único o una confederación de partidos?
-Eso no hay que resolverlo hoy. En general, soy más partidario de una confederación de partidos, para que haya la necesaria unidad, pero también la indispensable diversidad para atraer a muchos que no necesariamente quieren incorporarse a través de los actuales partidos.
-¿Cómo se organiza este nuevo referente?
-Esto deben resolverlo los partidos, pero creo necesario que existan un comité ejecutivo y un consejo directivo con amplia participación.
-¿Quiénes deben integrar esas instancias?
-Mi visión es que deben estar los partidos a través de sus presidentes y secretarios generales; el mundo parlamentario, municipal, y también debe estar representado el mundo de la sociedad civil y los independientes.
-¿Estamos hablando de un comité de entre 20 y 30 personas?
-Así es. Un consejo directivo que conduzca a este nuevo referente.
-Ha habido otros intentos por armar un nuevo referente. ¿Por qué ahora debería funcionar?
-Es cierto, hubo un intento a comienzos de este año que no prosperó. Pero con mayor razón, porque es absolutamente necesario por todo el diagnóstico que tenemos del país, de la Nueva Mayoría, del Gobierno y de la oposición. Hoy veo que existe la firme y clara voluntad al interior de la oposición de avanzar en la creación de este nuevo referente.
-¿Qué principios y valores deben fundamentar a este nuevo referente?
-Personalmente, pienso que hay grandes valores, principios y posiciones que hay que incorporar como parte de la declaración de principios de este nuevo referente. Primero, el objetivo de ir ampliando los ámbitos de libertad de las personas. Un compromiso con la justicia de la sociedad, que se traduce en renovar el compromiso con derrotar la pobreza, y lograr una mayor igualdad de oportunidades, y reducir las desigualdades excesivas. Un tercer componente es un compromiso con el progreso, que tiene que ver con recuperar la capacidad de crecer, de crear empleos, de innovar, de incorporarnos a esta sociedad moderna del conocimiento y la información. Un cuarto compromiso debe ser fortalecer el orden y la seguridad ciudadana, y restablecer el sano principio de la autoridad. Hoy, la gente está muy consciente de sus derechos, pero no tanto de sus deberes. Hay que tener conciencia que toda libertad va siempre asociada a una responsabilidad. El restablecer el sentido de respeto y autoridad es muy importante y necesario. Y estamos pensando en cosas muy concretas, el respeto que les deben los hijos a los padres, los ciudadanos a los adultos mayores, los estudiantes a los profesores, los ciudadanos a las autoridades, los manifestantes a los carabineros, y todos a la ley y al Estado de Derecho. Hoy, da la impresión de que para muchos el fin justifica los medios, y algunos se sienten con derecho hacer cualquier cosa, incluyendo la violencia y quebrantar las leyes.
-¿Cuál es el sentido de urgencia de este nuevo referente?
-La difícil situación del país exige que la oposición se rearme con urgencia, porque el país necesita de una buena oposición, porque los desafíos electorales están a la vuelta de la esquina, porque tenemos que prepararnos para ser un buen gobierno a futuro.
-¿Es partidario de primarias masivas para resolver a los candidatos?
-Debemos enfrentar la próxima elección municipal con un candidato a alcalde de unidad, lo que está zanjado, y si no hay acuerdo, creo que la primaria es un muy buen mecanismo. En materia de concejales, es algo que deben resolver los partidos, creo que vamos a tener dos listas o tal vez tres. Tenemos que ponernos de acuerdo también en que vamos a enfrentar la elección parlamentaria en forma totalmente unitaria, lo mismo para las elecciones presidenciales. Esos son acuerdos básicos sin los cuales este nuevo referente pierde eficacia.
-¿Y la presidencial también con una primaria de por medio?
-El mecanismo debe ser democrático y participativo y lo debe resolver el nuevo referente. Además, creo que debemos comprometernos con una nueva cultura. Mayor unidad, lealtad, respeto y generosidad para hacer que dentro del tronco común que significa esa declaración de principios, valores, propuestas y posiciones se permita una sana diversidad.
-¿Cuándo va a definir si postula a la Presidencia?
-No es el tiempo para esas decisiones, y hoy no está en mis planes una nueva candidatura presidencial.
-¿Cree que va a haber menos aporte privado a las campañas después de los casos Penta y SQM?
-Las próximas elecciones van a ser mucho más austeras que las del pasado. Por eso hemos estudiado muy a fondo las tecnologías, las prácticas, los procedimientos de dos países que llevan la delantera en esto, como son Estados Unidos e Inglaterra. Estamos desarrollando una plataforma que permita a nuestros candidatos llegar con su mensaje en forma más directa, segmentada y más eficaz a la ciudadanía.
-¿Dificulta que la centroderecha obtenga un buen resultado municipal el hecho de que por primera vez en varias elecciones no cuente con un candidato presidencial en campaña?
-No está claro, incluso es posible que las definiciones presidenciales no se tomen antes de las municipales, ni en la Nueva Mayoría ni en el nuevo referente.
"Es importante que la política no se judicialice, y que la justicia no se politice"
Sobre la investigación de la fiscalía en el caso SQM a la administradora de fondos de inversión Bancard, de propiedad del ex Presidente, por pagos de asesorías a ex ejecutivos de Chilevisión y un contrato forward con CB, del grupo Cruzat, el ex Mandatario se remitió a las declaraciones que ya realizó con anterioridad.
"En abril de 2009, me desligué total y absolutamente de la administración, de la gestión, de los directorios, de todas las empresas y me dediqué en cuerpo y alma a una campaña presidencial", dijo en ese momento.
-¿Cuál es su versión sobre este tema?
-Es importante que la justicia y la fiscalía cumplan su papel con autonomía e independencia, y que la justicia no se politice, y que la política no se judicialice.
-¿Qué opina respecto del rol que ha desempeñado el Ministerio Público en los casos Penta y SQM?
-Cada institución tiene un rol que cumplir en un Estado de Derecho, y en una sociedad democrática como la chilena.
"Es una buena película de Hollywood, no un relato fidedigno"
-¿Cómo encontró la película de Los 33?
-La vi. Es una buena película de Hollywood que capta, a mi juicio, muy bien el dramatismo, la emoción, la incertidumbre, la angustia de los mineros bajo tierra, también el dramatismo, la emoción y la angustia de los familiares en la superficie en el campamento Esperanza. Pero es una película de Hollywood, no es un relato fidedigno de lo que ocurrió.
-¿Por qué?
-Por ejemplo, en la película se señala que toda la gente estaba detrás de la reja en el campamento Esperanza, y no fue así. Esas puertas se abrieron y el campamento Esperanza estuvo dentro de la mina.
-¿Se sintió representado por Bob Gunton, su personaje en la película?
-El papel del Presidente está muy en La Moneda, en circunstancias que Cecilia y yo tuvimos mucha participación y presencia en la mina. Estuvimos durante el proceso de búsqueda y rescate, al comienzo, cuando los encontramos, cuando se produjeron los derrumbes adicionales, y cuando los rescatamos estábamos ahí con parka roja.