"Me encantaría volar en uno como ese", dijo la reina madre de Inglaterra cuando vio pasar un Concorde frente a sus ojos. Bastó que trascendiera su deseo para que, de inmediato, la aerolínea estatal British Airways tomara la iniciativa, enviándole una invitación a la progenitora de Isabel II, que la recibió de regalo para su 85° cumpleaños, el 4 de agosto de 1985.

El esperado panorama se materializó dos días después, con un paseo de dos horas por cielos británicos. En una fotografía publicada en "El Mercurio", aparecía sonriente y encantada en la cabina del avión, minutos antes de despegar. "Ella siempre quiso romper la barrera del sonido", se leía.

Junto al entusiasmo con que la anciana disfrutó de la experiencia anterior, la prensa aludía, también, a su ánimo incansable. "Su intenso trajín no muestra signos de disminuir, con sus visitas a escuelas, hospitales, ayuntamientos, conciertos, funciones de ópera y reuniones con ex combatientes, entre las actividades que realiza. Solo su hija, Isabel II, y la princesa Ana la aventajan en el número de compromisos oficiales".

Otros datos sobre su quehacer agregaban que era presidenta de más de 300 organizaciones, incluido un club de perros salchicha, además de coronela en jefe de varios regimientos militares. Y un aspecto curioso: "Nunca ha manejado un automóvil y jamás ha sido vista en público con pantalones o fumando un cigarrillo".

Nacida junto con el siglo XX, y "viuda desde hace 33 años", los cables destacaban que "es difícil imaginar a Gran Bretaña sin su sonrisa. Con su sombrero adornado con flores, su vestido de color claro y su infaltable collar de perlas de tres vueltas -el mismo que llevó el día del vuelo y que usaba hasta para ir a pescar salmones en Escocia-, conquista a todo el mundo con su gracia y su don para decir cosas alegres".

Respecto de su historia familiar, su nombre de soltera era Isabel Angela Margarita Bowes-Lyon y provenía de una antigua familia plebeya acomodada. Ingresó a la realeza al casarse, en 1923, con el duque de York, príncipe Jorge, segundo hijo del rey Jorge V. Se convirtió en reina cuando su marido ascendió al trono al abdicar su hermano mayor, Eduardo, en 1936, para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.

Falleció a los 101 años, mientras dormía en el castillo de Windsor, el 30 de marzo de 2002. Las semanas previas, aparte del deceso de su hija menor, Margarita (71), se debilitó debido a un resfrío y una infección de pecho. "Más de un millón de personas la despidió por las calles de Londres", precisaba el diario.