Claudio Herrera

"Cuando llegué a Colo Colo me mostraron un video de (Charles) Aránguiz y fue suficiente, les dije cómprenlo ya . Tiene mucha capacidad para recuperar balones y lee muy bien el juego para ser un volante central. No es común que un medio haga tantos goles, incluso a nivel de selección, y es inteligente para jugar", sostiene Hugo Tocalli, quien luego dirigió al puentealtino en Quilmes.

Aránguiz, quien no entrenó ayer en el Inter de Porto Alegre tensionando el clima gaúcho, sigue a la espera de concretar su traspaso al fútbol europeo, desde donde lo pretenden Leicester City, Bayer Leverkusen y Marsella.

"Aránguiz debería estar en Europa desde hace dos años. Me gustaría verlo en España, pero también calzaría perfecto en Inglaterra, donde los volantes llegan con facilidad al área", añade Tocalli.

Según Ángel Cappa, técnico argentino, el repertorio del ex Cobreloa da para competir en cualquier lado. "Tiene mucho trajín, pero no pierde el orden. Da la impresión de que la pelota siempre está cerca de él, eso significa que entiende el juego y eso le permite estar siempre bien ubicado. Intuye las jugadas, tiene conocimiento de los momentos del juego. Ya jugó en Brasil y eso le da más información a su mochila en caso de llegar a Europa", explica.

La revista británica Four Four Two le dedicó un artículo, donde lo define como el mejor centrocampista fuera de Europa. "Es el volante que todo equipo necesita", precisa la prestigiosa publicación.

Según el periodista del diario Zero Hora, Alexandre Ernst, el chileno "es el típico jugador que en Europa adoran: versátil, con técnica, que juega bien sin hacer alarde fuera de la cancha. Le dio consistencia al mediocampo del Inter. Es un muchacho de familia y eso también pesa en las contrataciones de los clubes europeos. Principalmente en Inglaterra, su probable destino, no hay espacio para los que no se comprometen. Y Aránguiz, comprometido, es un excelente jugador".

Según Diogo Olivier, columnista del mismo medio gaúcho, Aránguiz cambió la nomenclatura posicional en Brasil. Explica: "En Inter, teóricamente él era volante, con una función destinada a proteger la zaga. Pero esa definición le quedaba chica. Sin la pelota, Aránguiz defiende. Con ella, juega, traspasa líneas y hace goles. Terminó quitando más que un recuperador y creando más que cualquier enganche brasileño. Como decía Sampaoli, es un jugador moderno y fundamental en la mecánica de los equipos que defiende".