Señor Director:

Inmediato a la abolición del horario de invierno, advertí sobre el aumento del riesgo de accidentes viales con sus conocidas consecuencias (carta a este diario del 31 enero de 2015).

Analicé para los años 2012 al 2014 los accidentes de nuestra zona central para períodos horarios homologables de día laboral en condiciones con o sin luz natural en las horas de inicio y término de jornada laboral, constatando que en promedio los accidentes totales aumentan 2,3 veces, los accidentes fatales se incrementan 4,5 veces, los atropellos lo hacen en 4,4 veces, y los atropellos fatales aumentan 6 veces. La única diferencia dominante que explicaría este aumento es que no hay luz natural.

Con inquieta desolación espero los datos de 2015. Quisiera que no fuera tan terrible el efecto de la ausencia de luz natural en los accidentes viales.

Esta semana leí al ministro de Energía expresar que más allá de opiniones o sensaciones eventualmente negativas, se requería tener estadísticas y datos fidedignos de los efectos del cambio. Le replico entonces mi temor amparado en datos oficiales de accidentes. Asimismo, espero que haya considerado mi especialidad en los estudios que encargó realizar. En seguridad vial, el producto es vida y salud humana; es decir, un supremo que no se negocia.

Francisco Frésard