Por primera vez, el test de Ciencias de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) -que incluye las áreas de Biología, Física y Química- contendrá preguntas orientadas a evaluar las habilidades relacionadas con el desarrollo del pensamiento científico del estudiante. El objetivo buscado, según el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) de la Universidad de Chile, es que los estudiantes "desarrollen la capacidad de usar el conocimiento científico, identificar problemas y esbozar conclusiones basadas en la evidencia", de manera de medir la capacidad de conectar la teoría con la práctica.

En esta misma dirección se enfocaron los cambios realizados a los contenidos del área de Ciencias Naturales con ocasión de los ajustes efectuados al marco curricular escolar en el 2009, lo que se tradujo en programas más dirigidos al desarrollo de aquellas habilidades que permiten lograr una mayor comprensión del quehacer científico a través de procesos educativos que impliquen la formulación de preguntas, el análisis de hipótesis y la explicación de resultados. En ese sentido, las preguntas que hoy se han incorporado están orientadas a evaluar aquellas habilidades necesarias para enfrentar los estudios universitarios en el ámbito de las ciencias.

En efecto, entre los múltiples cuestionamientos que se le han hecho a la PSU se encuentra aquel referido a que se trata de una serie de evaluaciones centradas en demasía en evaluar contenidos, más que destrezas académicas, lo que acentuaría la brecha entre aquellos alumnos que provienen de colegios con altas exigencias y otros que vienen de establecimientos de menor calidad, profundizando una tendencia de inequidad en la admisión a la educación superior. La introducción del ranking de notas -también anunciado y aplicado con premura- quiso romper esta realidad, de manera que un alumno destacado pudiese obtener un mejor puntaje de admisión de acuerdo con su desempeño en su propio entorno escolar. Su incidencia es -sin embargo- aún materia de controversia.

Un instrumento complejo de evaluación que incluya aspectos relacionados con el manejo de contenidos y habilidades relacionadas con el pensamiento científico, la comprensión de la realidad y las capacidades analíticas puede ser un mejor predictor de éxito académico posterior. Mas, la relevancia que estas mediciones tienen en la selección para la admisión a la educación superior exige evaluar previamente el impacto de cualquier tipo de modificaciones, por lo que no parece prudente anunciar y aplicar cambios cuatro meses antes de que se rindan estas pruebas de selección universitaria.