Señor Director:
Compartiendo
la columna del sábado de Javier Etcheberry sobre la necesidad de recuperar el SII, resulta indispensable prestar atención al desprestigio actual de este servicio y la necesidad de terminar con su captura política.
Las actuaciones del servicio, en los temas tributarios relacionados con el financiamiento de la política, se apartan completamente de lo que ha sido la política tradicional del SII. Dice Etcheberry: "Me cuesta entender las actuaciones que ha habido en el tema de los delitos tributarios. La ley es muy clara en el sentido que establece multas y sanciones proporcionales a la gravedad de las infracciones tributarias, y solo en los casos mas extremos el SII podría presentar una querella".
En la arista política del caso Penta, los políticos formalizados lo han sido por cantidades respecto de las cuales jamás el SII habría presentado una acción penal. Sin ir mas lejos, en la querella contra Jovino Novoa se reclama un perjuicio fiscal (impuestos, más reajuste, intereses y multas) de 15 millones de pesos. En otros casos de políticos, el monto es aún menor.
Pero lo más grave no es lo anterior, sino que la discriminación que se ha hecho y la falta de igualdad ante la ley, que queda de manifiesto tanto en las actuaciones del SII como del Ministerio Público. En efecto: se conocen rectificaciones de impuestos por cientos y miles de millones de pesos, sin que esos contribuyentes (grandes empresas) sean objeto de una querella; curiosamente, los únicos políticos demandados por el SII son de oposición, en circunstancias de que hay parlamentarios y hasta un ministro del actual gobierno que, estando en situaciones similares, ni siquiera han sido citados por la fiscalía; hay querellas preparadas hace mas de dos meses en el SII que complican a la Nueva Mayoría y aún no se presentan, y, finalmente, en relación con campañas presidenciales hay centenares de millones controvertidos, incluidas las campañas de la actual Presidenta y de dos ex presidentes de la República, y que se sepa ninguno está siendo investigado por el SII, y la fiscalía, cuando se trata de ellos, mira para otro lado.
La reciente circular número 10 publicada por el SII apunta a terminar con la falta de ecuanimidad con la que ha actuado dicho servicio, sino que la acentúa. Es posible pensar que está hecha como anillo al dedo para imposibilitar, o al menos dificultar, nuevas querellas, con el consiguiente beneficio para los políticos de la Nueva Mayoría y de las grandes empresas que no han sido querelladas.
Este es un problema mayor para nuestra institucionalidad. La captura política de un servicio tan importante como es la recaudación de impuestos es un síntoma de descomposición extrema, que nadie quiere para nuestro país. La responsabilidad para que aquello no ocurra reside en las más altas autoridades. Con razón Etcheberry dice: "El Presidente y sus ministros deben actuar pensando que lo mejor para el país es que el SII sea muy profesional, que trate con la misma vara a todos los contribuyentes, que su fiscalización sea efectiva, que su actuar sea justo y no abusivo".
Juan Jorge Lazo RodríguezAbogado