Como Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP) hemos estado, estamos y seguiremos estando en una lucha frontal en contra de quienes -de manera repetitiva y como obedeciendo órdenes de no sabemos quiénes ni con qué propósito, como no sea el de causar daño a este deporte y a sus instituciones-, los fines de semana se visten de hinchas y se infiltran en los estadios para cometer los actos de vandalismo que se han visto en estos últimos días.

Desde que asumimos la conducción del fútbol chileno, hace más de cuatro años, hemos participado en todas las instancias a las que se nos ha invitado, con autoridades de Gobierno, con parlamentarios, con los responsables civiles y uniformados del orden público, para discutir las leyes que se han dictado y sus reglamentos que condujeran a la erradicación de los hechos violentos en los estadios. En cada oportunidad dimos a conocer nuestras posiciones, las que, lamentablemente, no siempre tuvieron acogida.

Asimismo, siempre con la expresada postura de luchar para aniquilar este flagelo, la ANFP y también los clubes se han comprometido con las autoridades y han realizado ingentes esfuerzos administrativos y económicos en la persecución del objetivo por todos deseado.

Sin embargo, la realidad le ha mostrado al país que todo lo que hemos hecho los actores vinculados por las leyes en el combate que nos une ha resultado ser insuficiente, porque el enemigo se ha dado cuenta de que la lucha es desigual, inclinada sin contrapeso a favorecer sus malvados propósitos utilizando conductas que constituyen delitos.

Por eso, dando pasos que incluso van más allá de convicciones deportivas entrañables, este martes vamos a someter al Consejo de Presidentes siete medidas que deberían contribuir a la disminución por ahora, y a la posterior erradicación definitiva, de los actos que protagonizan esos delincuentes disfrazados de hinchas.

Propondremos crear un Registro Nacional de Hinchas, todos con identificación clara, de manera tal que quien no esté en dicho listado no pueda adquirir entradas; modificar nuestras bases de Copa Chile y de los torneos nacionales para permitir extraordinariamente que los clubes que lo soliciten puedan jugar sin público visitante; reforzar nuestras acciones legales, apoyando a los clubes que son las víctimas de estos antisociales; realizar campañas educativas en los estadios y a través de medios de comunicación para crear conciencia de que el fútbol es una entretención familiar y que cada cual sepa cuáles son sus derechos y deberes; solicitar a la autoridad que Carabineros vuelva al interior de los estadios para que realice su función constitucional de velar por el orden público de manera preventiva y disuasiva, pues tal como lo dijimos en las instancias antes señaladas, los guardias de seguridad que la ley nos exige pueden ser un complemento, pero en ningún caso reemplazar lo que corresponde a Carabineros.

Los inadaptados que delinquen en los estadios son nuestros enemigos, pero también lo son de la sociedad chilena, la que debe utilizar todos los elementos a su alcance para que no sigan dañándola.

Para intercambiar opiniones acerca de estas y otras medidas, vamos a invitar a reuniones urgentes y especiales a los principales actores que tienen protagonismo y voluntad de vencer a los delincuentes, como son los tres poderes del Estado, el Ministerio Público, Carabineros y nosotros, la dirigencia del fútbol.

Hace unos días celebramos ser campeones de América, pero también nos congratulamos por haber entregado al mundo una organización excepcional y haber brindado 26 partidos en los que no hubo ni un incidente mayor que lamentar.

Con la ayuda de muchos y la buena voluntad de todos, podemos también lograrlo en nuestros campeonatos.

Sergio Jadue
Presidente de la ANFP