"Minions"
Frente a la supremacía intelectual-emotiva de Pixar y su magnífica "Intensa-Mente", los creadores de "Mi villano favorito" ofrecen un festejo de humor físico ygags en esta película que se desprende del mundo del malvado Gru. Ahora el foco completo son sus amarillos, diminutos y torpes secuaces: estos minions que permiten a los directores Kyle Balda y Pierre Coffin (cuya voz está detrás de los 899 minions) elaborar una batería de buenos chistes blancos y visualmente bien resueltos y conectados con la clásica tradición de baluartes como Chuck Jones y Tex Avery. La premisa de que estos pequeños, que hablan frases sueltas en distintos idiomas -ruso, malayo, español, inglés- y buscan sentido en sus vidas como rémoras de malvados seres, es la fuente de un gracioso inicio: una secuencia que resume su origen, desde el inicio de la vida hasta ir buscando la sombra protectora y guía bajo un tiranosaurio rex, Drácula o Napoleón. Donde "Intensa-Mente" busca profundidad y lo logra, "Minions" ocupa el campo del humor más ingenuo y simple. Gran parte de la acción transcurre en el Londres de 1968. Tres minions, Stuart, Kevin y Bob, buscan a un líder malvado que su alicaída tribu pueda seguir, y llegan a la capital inglesa luego de pasar por Orlando, en la mejor broma de la película: Villano-Con: una especie de Comic-Con o convención de villanos donde se trafica una comedia adulta con ropas infantiles. "Minions" es humor en estado puro, una película hecha por la consecución de broma tras broma, gag tras gag.Quizás no se trate de la mejor historia, eso dejémoselo a "Intensa-Mente". Pero "Minions" sí es el mejor chiste. Sin duda.
Animación. EE.UU., 2015. 91 min. T.E."La horca"Un trágico accidente en un espectáculo escolar de 1993 retumba, 20 años después, en esta historia de horror filmada con cámara en mano tipo "primera persona". Siguiendo la marca, una vez más, de "Blair witch project" (1999), este es el registro en tono de "falso documental" sobre la tortura que sufre un cuarteto de estudiantes en un teatro escolar durante una noche difícil de olvidar. La premisa, forzada, es la siguiente: en 1993, el estudiante Charlie muere en escena. La horca de utilería que debía ir alrededor de su cuello en verdad lo termina matando, y dos décadas después, estudiantes que intentan hacer de nuevo la obra como un postrero homenaje, terminan acosados por el alma en pena del malogrado joven de los años 90. Con el quizás más insoportable camarógrafo testigo del género "película que es un falso registro y con cámara en mano" -un estudiante gritón, chillón y sin empatía alguna-, "La horca" logra algo singular para su género: tras unos minutos de presenciar nula actividad neuronal en tres de los cuatro protagonistas, incluyendo al chillón camarógrafo, uno inmediatamente se pone del lado de Charlie. Del fantasma Charlie y sus instintos de eliminar las malas líneas y actuaciones de pantalla. Con este tipo de películas, no queda otra: todos somos Charlie.
"The gallows". Terror. Estados Unidos, 2015. 81 min. 14 años.