"Dragon ball Z: la resurección de Freezer"
La saga de manga y luego de animé creada por Akira Toriyama es un fenómeno de la cultura pop. Y esta nueva película derivada del hit nacido en los años 80 es una muestra de que la musculatura de esta creación, que metió en la licuadora la idea de Superman (un alien, Goku, llega a la Tierra y se convierte en su Salvador) con las artes marciales sigue en buen estado, y que con solo imitar el inmenso talento de Toriyama se puede obtener un producto óptimo como este: mejor que la anterior "La batalla de los dioses", que dejará a los fieles de esta maravilla de Oriente satisfechos y felices. Para el neófito, será una sorpresa algo desconcertante, porque el que conoce el mundo entra mejor. Pero nerderíos más, nerderíos menos, este es un apéndice de la saga original que funciona y con personajes que aún resisten el paso del tiempo.
"Dragon Ball Z: Fukkatsu no F". Japón, 2015. 93 minutos. T.E."Invierno Parte I"Esta es una película ambiciosa pero, paradójicamente, muy lejos de la ambición fílmica. Alberto Fuguet filma su nueva producción como si fuera uno de sus libros, y eso es con diálogos de su literatura y personajes perfilados en su mundo "abeceunista", inscritos en una burbuja particular y única. Es un libro filmado en tres partes, con casi 5 horas de duración. Usted por ahora solo verá la primera parte: la historia de cómo el escritor Alejo Cortés (Matías Oviedo) está a punto de convertirse en un autor maldito a causa de su inminente suicidio a los 35 años. Su hermana (bravo por Katherine Salosny) y su mejor amigo (notable Pablo Cerda) aún no dan nada de esto por sentado, pues son las pistas y señas que deja esta primera entrega. Con lo justo, sus imágenes registran la rutina de un escritor cuyo drama o infierno no termina de convencer. Tampoco la forma, es decir, ese cine cansino por el que ha optado Fuguet: imágenes casi teatrales, sin luz, con muchos planos fijos y poco uso del lenguaje audiovisual, algo que mina el efecto epifánico por el que siempre atraviesan los personajes fuguetianos. Este es un viaje literario más que cinematográfico. Y con esa vara hay que medirlo.
En Cineplanet. Chile, 2015. 100 minutos. T.E.
"Intensa-Mente"La última joya de los estudios Pixar es una demostración de que el director Pete Docter, el mismo de "Up" y "Monsters Inc.", es uno de los verdaderos talentos detrás de esta factoría de clásicos de la animación. Si Brad Bird ("Los increíbles") ha decepcionado con su paso al live-action ("Misión imposible: Protocolo fantasma" y "Tomorrowland"), Pete Docter se ha quedado en la zona segura de los "monos" digitales. Y con esta muy buena cinta es capaz de recrear lo que le pasa, dentro de su mente, a una niña de 11 años que encara cambios y desafíos. Las disputas e interacciones de cinco emociones que comandan sus conductas es un triunfo de Pixar, porque mediante una idea de sumo simple consigue entrar en terrenos complejos y sutiles. "Intensa-mente" es un gol de media cancha de un estudio de animación que sabe reencantar a las audiencias con una nueva manera de contar una historia, aparentemente para niños, pero que es una fábula sobre lo que significa crecer.
"Inside Out". EE.UU. 2015. 94 minutos. T.E."Dos días, una noche" Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne diseccionan el sueño europeo con alevosía y así ha sido desde su primigenia filmografía: "Rosetta", "El hijo", "El niño", "El silencio de Lorna". Acostumbrados a trabajar con actores no profesionales o lejos del star system, desde "Le gamin au vélo", de 2012, ahora usan una estrella, Marion Cotillard. La historia es una crítica al estado de las cosas en Europa, su lado B con el fantasma de la cesantía, las miserias y lejos del paraíso. Cotillard es una empleada que debe literalmente luchar por mantener su trabajo: si logra convencer a sus colegas de renunciar a un bono, ella podrá seguir con su empleo. Estreno necesario para que nos sacudamos un poco del cine exclusivamente evasivo, "Dos días, una noche" es una abierta invitación a usar nuestro sistema nervioso y a producir valiosas sinapsis, que ojalá lleven a ideas y al tipo de reflexiones que nos proponen los hermanos Dardenne con su imprescindible cine. Un estudio de la dignidad humana en sociedades aparentemente con muchos temas sociales resueltos pero en donde, según la óptica de estos directores belgas, es posible encontrar baches y ataques contra los derechos del hombre. Cine moral, pero sin prédicas baratas, este es un acertado análisis aplicable además a países en vías al desarrollo como el nuestro. "Deux jours, une nuit".
Drama. 2013. Bélgica, Francia. Italia. 95 min. T.E.+7.