Esta película se proyecta con las proporciones de casi un cuadrado y la pantalla del cine se completa con unas bandas negras a sus costados, que enmarcan y oprimen la imagen.
Es una historia y unos personajes que son empujados a un centro vital y a una concentración emocional.
Diane (Anne Dorval), una viuda de 46 años que se gana la vida con dificultad y sufre con Steve y por Steve (Antoine-Olivier Pilon), su único hijo de 14 años, un adolescente hiperactivo y violento con una oscura lucidez: no se soporta a sí mismo y no soporta al mundo que lo rodea.
La única excepción puede ser Kyle (Suzanne Clement), la vecina justo al frente de su casa, que es tartamuda, silenciosa y una mujer que nunca relatará eso terrible que la angustia y la carcome por dentro. Y por ese desajuste emocional, en vez de estar con su esposo e hija pequeña, prefiere a las dos personas del lado.
Su primera opción es por esa madre e hijo que se maldicen e injurian y creen que sus vidas tienen alguna explicación y por eso la convierten en palabras y la relatan.
Kyle, en cambio, no pierde el tiempo y no cuenta nada.
Xavier Dolan, el director de "Mommy", ganó el Premio del Jurado en Cannes, y es uno de los hijos predilectos del festival francés, donde ya fue distinguido por una primera obra de corte autobiográfico, con la relación de un hijo homosexual y su progenitora en "Yo maté a mi madre" (2009).
Sus películas posteriores, en las numerosas muestras y competencias del certamen, nunca han faltado y "Los amores imaginarios" (2010) y "Laurence Anyways" (2012) también fueron galardonadas.
Dolan calza con la imagen del artista joven, arrogante y provocador que se sale de los moldes, empuja la barrera, pisa el césped y escupe el suelo.
Un director que escarba por los misterios de la sexualidad -desde un trío a un transgénero- y coloca a la juventud en el centro del Universo, donde Steve es un asteroide y un cometa ardiendo que rasga, ensucia y rompe.
Y Diane es su madre tierra, una mujer conmovedora que por todos los medios busca algo o alguien que los proteja -un hombre, una casa correccional, alguna ley nueva- y su única salvación es la mujer del frente, Kyle, callada y con dificultades para modular y pronunciar, pero solo con ella pueden compartir una canción, una cena, un vaso de vino o una tarde de estudio.
Hay un momento en que la imagen, ese cuadrado casi perfecto, se rompe y se amplía, porque a veces el cine es como un sueño.
Pedazos de ese sueño están guardados en la banda sonora de la película, con canciones de Céline Dion, Oasis o Andrea Bocelli.
La historia de "Mommy" no se sabe cuando explotará, pero sí se sabe que lo hará, y sus esquirlas son cortantes, dañinas y puede que mortales.
Una señora que administra un reformatorio y que ha visto demasiado, describe el problema de fondo, en apenas una frase: "El amor no alcanza".
"Mommy". Canadá, 2014. Director: Xavier Dolan. Con: Anne Dorval, Antoine-Olivier Pilon, Suzanne Clement. 134 minutos. Mayores de 18.