El Mercurio.com - Blogs : Duro revés para Evo
Editorial
Miércoles 01 de abril de 2015
Duro revés para Evo
Evo Morales deberá acostumbrarse a dialogar con la oposición y no podrá poner en práctica lo que amenazó en la campaña, esto es, que no trabajaría ni daría recursos económicos a las autoridades opositoras que fueran elegidas...
Soledad Chapetón y Félix Patzi son dos símbolos de que Evo Morales no mantiene el monopolio del respaldo indígena en Bolivia. La primera será la nueva alcaldesa de El Alto, y el segundo, el gobernador de La Paz; ambos de origen aimara, reemplazarán en sus cargos a representantes del oficialista Movimiento al Socialismo, MAS. En las elecciones regionales y locales del domingo pasado, el gobierno vio cómo la oposición se hacía de algunos de sus bastiones políticos más importantes.
Evo acusó de "discriminación a una mujer originaria y campesina" y machismo el hecho de que en La Paz perdiera Felipa Huanca ("las mujeres miraban de reojo, con envidia y codicia", dijo el Presidente sobre actos de campaña en los que acompañó a la candidata), pero no pudo decir lo mismo por la derrota de Edgar Patana frente a "la Sole", en la segunda ciudad boliviana, mayoritariamente habitada por aimaras. En ese caso apuntó a la corrupción como causa del revés; lo mismo pudo decir sobre Huanca, quien tiene pendientes acusaciones de mal manejo de fondos indígenas.
Los resultados del domingo pueden ser una oportunidad para la oposición, que se presentó muy fragmentada, para articular un referente que tenga perspectivas para nuevas elecciones. Y aunque el gobierno quiso ver que "el proyecto del MAS" no ha sufrido una derrota, porque aquí "se definen personalidades y liderazgos locales", lo cierto es que han emergido nuevos rostros con proyección política. A los casos de Chapetón y Patzi se suman los de Luis Revilla, en la alcaldía de La Paz, y de Rodrigo Paz, hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, quien tuvo un excelente desempeño en Tarija.
Evo, reelecto en octubre pasado con el 61 por ciento de los votos, mantiene una popularidad personal indiscutible, que no fue transferida a sus candidatos, y puede congratularse de que ya tiene aseguradas cuatro gobernaciones, más de doscientas alcaldías y, lo más importante, de que controla las asambleas locales, lo cual será un dolor de cabeza para las nuevas autoridades opositoras.
Todo esto, sin embargo, deberá confirmarlo el Tribunal Supremo Electoral, TSE, el cual todavía no da resultados oficiales, pues lo que hasta ahora se conoce son los conteos rápidos y sondeos a boca de urna que han sido aceptados como confiables. Recién en siete días se esperan los cómputos finales, después de que se cuenten los votos y se verifiquen las planillas electorales. La lentitud del proceso es criticable, y así lo hizo saber la misión de OEA, que calificó como deficiente la entrega de los resultados. Más grave todavía es, tal como señalaron estos observadores, la inhabilitación de 228 candidatos en el Beni (por haber difundido encuestas no autorizadas), a menos de una semana de los comicios, lo que impidió que se sustituyeran sus nombres en las papeletas. Aun así, la oposición, que lideraba en las encuestas del Beni, consiguió pasar a una segunda vuelta para definir la gobernación del departamento.
Evo Morales deberá acostumbrarse a dialogar con la oposición y no podrá poner en práctica lo que amenazó en la campaña, esto es, que no trabajaría ni daría recursos económicos a las autoridades opositoras que fueran elegidas.