También hay que ir para conocer el excepcional Teatro Regional de la ciudad (729 butacas), que programó cuatro funciones más, hasta el martes 31. Un trabajo estupendo desde todo punto de vista, partiendo por la Orquesta NuevoMundo, fundada por Marcelo Vidal, que bajo la dirección de Pedro Pablo Prudencio ofreció una versión estilísticamente impecable de este "Barbero de Sevilla" (1816), con las cuerdas en constante vibración y atenta a los cientos de detalles instrumentales y vocales que hacen de esta ópera una obra maestra. Contó con Raúl Orellana como concertino, un lujo en cualquier parte (trabaja con Christina Pluhar y Philippe Jaroussky) y con un excelente continuista, el argentino Manuel de Olaso, al frente de un fortepiano que, en 1815, fue enviado a Bernardo O'Higgins desde Inglaterra.
Otro triunfo fue la régie de Christine Hucke, creadora de un movimiento escénico vital que sorprende por la imaginación y la modernidad, y que reproduce en términos teatrales el crescendo musical que propone Rossini. Pobló la escena de personajes secundarios interesantes y divertidos, dando forma a verdaderas coreografías de complejo diseño. Aunque a veces esto distrae un tanto de la acción de los protagonistas, por cierto que consigue el objetivo de entretener de principio a fin. Mención especial para sus ideas en la escena de "La Calunnia", con cuadros, puertas, sillones y mesas estremecidas por la provocación de Don Basilio. Germán Droghetti firma tanto la funcional escenografía, como el variopinto vestuario.
Gran protagonista, el barítono Patricio Sabaté es el alma de esta fiesta y su Fígaro conquista con su canto fácil y seguro. Se abanica con el difícil "Largo al factotum" y consigue sus mayores triunfos en el dúo con Rosina, "Dunque io son", y en el trío "Zitto, Zitto, piano, piano" con Almaviva y Rosina. Alexis Sánchez juega muy bien el rol del Conde Almaviva; partió algo tenso, pero desde "Se il mio nome saper voi bramate" su capacidad vocal estuvo a punto y no hubo escollo que no pudiera sortear. Hay que destacar como logro máximo el concertante que se organiza a partir de la entrada de su personaje, disfrazado de soldado, en la casa de Don Bartolo, consiguiendo un agitadísimo final para el primer acto. La mezzo Evelyn Ramírez es una cantante experimentada y domina la escena; si bien su voz resulta algo pesada para este rol, su Rosina tuvo encanto y la fuerte cuota de astucia y malicia que necesita. El bajo-barítono Sergio Gallardo es un rotundo Bartolo aquí y donde lo pongan; dueño de un fiato que impresiona, domina el papel hasta en sus más mínimos detalles. Lo mismo el bajo Homero Pérez-Miranda, con su cuidada construcción del interesado Don Basilio. Indiscutible victoria para el quinteto "Buona sera" y para el desarrollo del personaje de Berta, a cargo de Paola Rodríguez, exquisita actriz, que además hizo una verdadera delicia de su aria "Il vecchiotto cerca moglie".
Entonces, a no perderse este admirable "Barbero" hecho en Chile. Y a esperar el estreno de "Platée", de Rameau, previsto para el 27 de mayo, siempre en Rancagua.