Señor Director:
Agradezco
la última reflexión del señor Ignacio Sánchez, publicada este domingo.
Me complace su "nuevo" tenor y su declaración de comprensión, solidaridad y apoyo ante el dolor y sufrimiento de las madres (y familias y sociedad, digo yo) que sufren en las excepcionales circunstancias en las que se proyecta despenalizar el aborto. Es visualizar a los "prójimos" que son madre, hijo y padre, aunque sea un infractor.
Comparto que proteger la vida no es solo cuestión de fe. Así queda establecido en la mayoría de las Constituciones de los países y en la universal defensa de ese derecho humano.
Espero que a futuro nos haga saber a las potenciales madres (mujeres, jóvenes y niñas) su reconocimiento a nuestra calidad de sujetos de derecho que somos y nos valide como parte integral de la humanidad que representamos.
Gloria Bensan J.