No pocas veces Alemania es tomada como ejemplo. Tras duros episodios de guerra y crisis económica, ese país ha logrado convertirse en una de las sociedades más fuertes e innovadoras en términos económicos, pero también más desarrolladas en materia de protección social y pluralidad. Para Chile, Alemania también puede ofrecer luces en el debate sobre el rol de los valores en el quehacer de las empresas a cargo de servicios públicos, como los hospitales católicos. El anuncio del rector de la UC, Ignacio Sánchez, de que en la red de centros médicos de la institución católica no se realizarán abortos, aunque este sea despenalizado, generó una ola de críticas y amenazas desde las posturas más radicales.

"La institución no puede estar sobre la ley", expresaron algunos legisladores oficialistas. Pero, ¿y qué pasa si la ley protege la diversidad de principios y valores de las empresas?

Eso sucede en Alemania, donde el párrafo 118 de la Ley que regula las relaciones laborales (Betriebsverfassungsgesetz) contempla una protección especial para lo que denomina "empresas de tendencia y confesionales". La ley ampara así no solo a las empresas vinculadas o regentadas por la Iglesia Católica o Evangélica, sino también a partidos políticos, casas editoriales, organizaciones caritativas, educativas, científicas y artísticas, cuyos fines no sean solamente generar utilidades, sino que también persigan fines religiosos, ideológicos y políticos.

Estas "empresas de tendencia" pueden contratar y despedir trabajadores, así como regular sus actividades, bajo los principios que defienden. Por ejemplo, los hospitales y escuelas católicas pueden exigir que sus doctores, enfermeros, maestros y trabajadores sean miembros de la Iglesia y se rijan bajo sus principios.

La ley data de 1920, una herencia de la República de Weimar que se implementó por primera vez para proteger la libertad e independencia de la prensa, y a pesar de haber sufrido modificaciones en 1952 y 1972, la libertad de este tipo de empresas no fue tocada. No deja de ser cierto que la ley es rechazada por los sindicatos, que reclaman que se aplique a ellas la legislación laboral sin excepción. Sin embargo, fallos de los tribunales constitucionales, uno de ellos de noviembre recién pasado, han protegido la libertad de acción de las "empresas de tendencia".

Esta figura existe legalmente solo en Alemania, pero ha sido largamente discutida en España y otros países a medida que el avance de reformas, bajo la bandera de la igualdad y la antidiscriminación, busca implementar un sistema de valores único en las sociedades. La diversidad, también en las empresas, ha sido protegida por la Unión Europea. En su declaración de noviembre de 2000 contra la discriminación laboral, la Comisión Europea incluye un apartado para proteger el derecho de este tipo de "empresas de tendencia" para establecer sus estatutos, incluyendo los requerimientos para sus trabajadores.

El permitir que empresas adscritas a ideologías o principios específicos puedan actuar dentro del marco que estos les establecen obedece a una sociedad democrática, que respeta el pluralismo político y en la que el Estado no busca el control total de la vida ciudadana.