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Cartas
Domingo 15 de febrero de 2015
Misericordia y verdad
Señor Director:
No pretendo abordar todos los aspectos teológicos y pastorales implicados en la discusión acerca del acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar. Me parece, sí, necesario aclarar algunas de las afirmaciones vertidas por el P. Jorge Costadoat S.J., en vista de la seriedad del debate.
1. El P. Costadoat afirma que el Concilio Vaticano II, en el Decreto "Orientalium Ecclesiarum", reconocería la legitimidad de una interpretación distinta de la de la Iglesia Católica. Esto es totalmente falso. Cuando el decreto conciliar dice confirmar la disciplina sacramental de las iglesias orientales, se refiere, al igual que todo el documento conciliar, a las iglesias orientales católicas, es decir, en plena comunión con el Romano Pontífice. No está aludiendo a la praxis de algunas iglesias ortodoxas.
2. El P. Costadoat insinúa que, tal como Jesús rompió con muchas actitudes que parecían lógicas en la Palestina de la época, su mensaje sobre el perdón y la misericordia debería llevar a una actitud distinta respecto de los divorciados vueltos a casar. Se debe recordar aquí que es justamente la enseñanza de Jesús acerca de la indisolubilidad del matrimonio la que trastoca las ideas y costumbres imperantes en su tiempo. Y, para escándalo de los mismos fariseos, es precisamente p Jesús quien afirma que el que se divorcia y contrae una nueva unión comete adulterio (Mc 10, 1-12).
3. Sin duda que la misión de la Iglesia es la de anunciar la misericordia divina. Pero la misericordia no puede oponerse a la verdad, y la acogida de la misericordia supone siempre el arrepentimiento del corazón. El Magisterio reciente de la Iglesia ha buscado caminos para anunciar la misericordia también a quienes viven en una situación irregular, siempre en el respeto de la verdad (cf. Familiaris Consortio 84 y Sacramentum Caritatis 29). Me da la impresión de que queda mucho por hacer para que estas enseñanzas sean debidamente asimiladas por todas las instancias de la vida de la Iglesia. Lo mismo que el acceso a la justicia de la Iglesia para verificar la eventual nulidad de muchos matrimonios.
Pbro. Francisco Walker Vicuña
Doctor en Derecho Canónico