Fue la última vez que se aplicó la pena de muerte en Chile. A las 5:52 del 29 de enero de 1985 dos pelotones de gendarmes -16 en total- fusilaron a los homicidas y ex carabineros Jorge José Sagredo Pizarro (29) y Carlos Alberto Topp Collins (35) en el patio interior de la antigua cárcel de Quillota. Ambos fueron condenados por una serie de crímenes y delitos graves perpetrados en la V Región, entre junio de 1980 y noviembre de 1981.

"El Mercurio" dio amplia cobertura al caso, conocido como el de los "sicópatas de Viña del Mar", que terminaba después de tres años de proceso judicial y conmoción pública. Tres enviados especiales detallaron los pormenores de la jornada, estando presentes incluso en la ejecución. A la hora señalada, "luego que el oficial de gendarmería bajara silenciosamente el sable, la descarga al unísono de los fusileros rompió bruscamente el silencio que invadía el penal (...)".

Se informaba que el día anterior a Sagredo y Topp les había sido denegado el indulto presidencial. "Era lo esperado, nunca tuvimos esperanza del perdón", dijo uno de los abogados. De esta manera, se dio cumplimiento al fallo unánime de la Corte Suprema, dispuesto por los ministros de la Tercera Sala el 17 de enero de ese año, "que dejó sin efecto la resolución de segunda instancia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, dictando sentencia de reemplazo". En esa oportunidad, el máximo tribunal dictó la condena a muerte por una lista de 30 hechos delictuosos, incluidos 10 homicidios, además de violaciones y robos con intimidación y violencia.

Entre las últimas actividades de los condenados estuvo la despedida de sus parientes y encuentros con los sacerdotes que les acompañaron durante meses. También, se precisaba que Topp quiso contraer "matrimonio religioso con la mujer con quien estaba unido por el civil". Tras cumplirse la sentencia, fueron sepultados en el cementerio de Playa Ancha.

El lugar para la doble ejecución fue elegido por resolución de la Dirección Nacional de Gendarmería, "por encontrarse deshabitado y en reparaciones. La cárcel de Valparaíso, donde estaban recluidos los procesados, no reunía las condiciones de seguridad necesarias".

En Chile la pena de muerte fue derogada en 2001 por Ley Nº 19.734, luego de once años de tramitación.