Señor Director:

La reforma laboral que hoy se encuentra en el Congreso establece ciertos aspectos relevantes para la incorporación de la mujer en las negociaciones y toma de decisiones a nivel sindical; sin embargo, estamos dejando de lado un paso anterior: el ingreso de mujeres a la fuerza laboral en nuestro país.

En Chile, la tasa de participación femenina alcanza solo un 48%, según cifras del Ministerio del Trabajo, en comparación con el 52,6% de las naciones vecinas y el 63,3% que marca el resto de los países miembros de la OCDE, mientras que la participación de los hombres en el mercado laboral chileno es cercana al 80%.

La inclusión laboral de la mujer en nuestro país es clave para lograr metas tan importantes como superar la pobreza, derrotar la desigualdad y alcanzar el desarrollo, pues son ellas las que podrán engrosar la fuerza laboral hoy ocupada principalmente por hombres.

Estos cambios se deben hacer a nivel normativo, poniendo los incentivos adecuados para la contratación femenina; cultural, para que exista una corresponsabilidad de padres y madres en la familia; y económico, para que las empresas entiendan el valor de contratar mujeres, flexibilizar horarios, e incorporar todos los aspectos de la vida de los trabajadores al mundo laboral.

Para lograr este objetivo es importante fomentar el cuidado preescolar, permitiendo que las mujeres se sientan seguras de dejar a sus hijos en un ambiente que fomente su desarrollo, asegure su bienestar y tenga horarios compatibles con el trabajo.

Queremos que las mujeres tengan las oportunidades para salir adelante. Pero no desde la obligación de establecer cuotas, sino fomentando una real inclusión laboral.

Verónica Campino G.
Directora fundadora Chile Mujeres