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Sábado 24 de enero de 2015
Las lenguas extranjeras en Chile
26 y 27 de enero de 1915
"De trascendental importancia para el progreso de nuestra República" catalogaba a la enseñanza de lenguas extranjeras un informe de la Asociación de Educación Nacional, cuyos contenidos fueron difundidos en "El Mercurio" el 26 y 27 de enero de 1915.
El documento reafirmaba la preferencia por el inglés como primera obligación en los establecimientos educacionales, concebido "como una arma de defensa cultural y llave de dos mundos". Se leía que "nuestra nacionalidad, sin el conocimiento universal de este idioma, quedaría colocada en condiciones de desmedrada y vergonzosa inferioridad cultural, considerando la pujanza norteamericana y el legado del vigoroso imperio británico (...)".
Asimismo, se incluía en la lista "la opción por el francés y el alemán", avalada por la declaración solemne del Congreso Nacional de Enseñanza Secundaria de 1912. Esta postulaba que "el inglés, el francés y el alemán son indispensables a nuestra completa cultura, en el orden nombrado. Debemos poner al alcance de nuestros hijos lo mejor de la intelectualidad francesa, que con sus ideas de libertad contribuyó a nuestra independencia política. Y del poderoso imperio alemán, aprender de su espíritu tesonero y su férrea organización (...)".
Sin embargo, un problema no menor era el relacionado con las personas idóneas y los medios adecuados para adquirir el aprendizaje de las lenguas vivas extranjeras más importantes para Chile. "Esto debe resolverse como lo hacen las naciones que marchan a la vanguardia del progreso mundial, teniendo en cuenta, exclusivamente, el supremo interés de la propia nacionalidad, tanto en cuanto a la calidad de los elementos culturales importados, como la preparación y la nacionalidad de los encargados de impartir las lenguas modernas".
Se advertía que los profesores foráneos "pueden ejercer una influencia desnacionalizadora en la enseñanza de los idiomas", para lo cual era necesario preferir a docentes nacionales con probado dominio en ellos. "Se les debe preparar cívica y pedagógicamente primero, para que sean capaces de ofrecer serias garantías de que la instrucción se adapte a las necesidades supremas de nuestros educandos".
Cabe destacar que antes de haberse dado a conocer los alcances del informe mencionado, se publicó el decreto del Ministerio de Instrucción Pública por el cual se aceptaban también las lecciones de italiano en el plan de estudios secundarios de aquella época.