René Olivares

Hace un mes, los usuarios de Illapel cuentan en uno de sus consultorios con conexión remota hacia la Clínica Ensenada, en Independencia, desde donde los pacientes del valle del Choapa pueden acceder a consultas con especialistas, a través de telemedicina.

Sin embargo, más allá de los positivos resultados que ha experimentado el programa -donde la gente debía esperar meses por atención y luego, cuando les correspondía una hora en Coquimbo, tenían que viajar de madrugada, por varias horas para llegar a las 8:00 a la capital regional-, a quienes han implementado el sistema les llaman la atención varios antecedentes.

En Illapel la población beneficiaria del consultorio que entró al sistema es de 16 mil personas. Curiosamente, hasta hace un mes la lista de espera de consultas de especialidad era de 8.000 casos. Luego de revisar la lista, los facultativos coincidieron en que realmente son solo 2.000 los casos que ameritan la atención de un especialista. Una situación similar ocurrió con las órdenes para realizar endoscopias, las que se redujeron de las 90 iniciales a solo 12.

Así lo relata el médico Pablo Rodríguez, quien encabeza el proyecto junto al diputado PPD por la zona, Jorge Insunza. "Claramente hay un problema de pertinencia en las listas de espera, que no son tan abultadas como los 1,8 millones de los que habla el Ministerio de Salud... Aquí hay que hacer la diferencia, porque si se desmenuza esa cifra, se encuentran casos de personas fallecidas, otros que resolvieron sus problemas de salud por su cuenta y también habla de que se deben mejorar los diagnósticos en la atención primaria", dice.

Este último punto es clave para el ex presidente del Colegio Médico, quien explica que "hay muchas derivaciones -desde los consultorios a los hospitales- que podrían ser resueltas en la atención primaria, y eso debe ser abordado, para que los médicos que trabajan en ella agudicen sus diagnósticos".

Por ello cree que proyectos de telemedicina como el llevado a cabo por estas comunas tienen alto impacto, pues "no solo servirán para desatochar las consultas en Illapel, sino también en Coquimbo -que es el hospital al que se derivan los pacientes- y, finalmente, en toda la red del servicio de salud".

El economista experto en Salud David Debrott explica además que el abultado número de pacientes en lista de espera asumido por los servicios de salud es, al menos, dudoso. "Se habla de que hay 1,8 millones en lista de espera, o equivalente al 10% de la población. Eso no resiste ningún análisis lógico. En un año, la cantidad de personas que tienen contacto con el sistema de salud no debe ser más del 8% de la población y no todos ellos pueden estar en lista de espera".

El diputado Insunza, en tanto, explica que la telemedicina aplicada en Illapel sirve "para liberar horas de especialistas que pueden ser redestinadas para ir cerrando otras listas de espera, como las quirúrgicas".

Según Insunza, "la gente siente que estamos generando un golpe de efecto para resolver problemas de atención, que es atención de igual o mejor calidad, y se ha creado buen clima entre médicos generales de zona y especialistas. Creo que es una iniciativa muy positiva, con grandes resultados".

En 2015 habrá cobertura en hospitales

Desde 2015 Fonasa cubrirá la telemedicina que realizan los hospitales. Según explica la directora de Fonasa, Jeanette Vega, esta institucionalización significa que la telemedicina podrá ser utilizada más sistemáticamente por los recintos asistenciales.

Pero aun con este avance, "hay un problema legal. Las enfermedades AUGE no pueden ser notificadas a través de telemedicina", plantea Pablo Rodríguez. Concuerda el alcalde de Illapel, Denis Cortés, quien dice que ahora que se mejoró el acceso a especialistas, "necesitamos que la población pueda ejercer sus derechos (como el AUGE)".