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Cartas
Viernes 19 de diciembre de 2014
Por qué es una mala reforma
Señor Director:
La discusión sobre la mal llamada reforma educacional es técnica. Es difícil para cualquiera saber si es cierto lo que aseguran ahora personas como el senador DC Jorge Pizarro de que favorecerá a la educación particular subvencionada, o que hoy nadie puede elegir colegio y con la reforma podrán hacerlo, como sostiene el senador Fulvio Rossi.
Lo cierto es que, a pesar de su tecnicismo, la verdad se impone al final, aunque las personas no manejen los detalles. Y lo que está claro hoy para la opinión pública mayoritaria, como reflejan todas las encuestas, es que:
-Es un mal proyecto de ley, no tiene estudios que sostengan los cambios (como que el lucro perjudica la calidad) y desconoce los datos básicos del sistema que va a modificar, como cuántos colegios son dueños de su infraestructura.
-Menos conoce los efectos que van a producir los cambios en el corto y largo plazo, donde el costo mayor puede ser generaciones que recibirán educación de peor calidad.
-El Gobierno y el Ministerio han actuado como rehenes del radicalismo de los ex dirigentes estudiantiles comunistas o de Revolución Democrática, que incluso se han dado el gusto de echar abajo propuestas del Ejecutivo.
-La Presidenta Bachelet tiene un discurso para la galería, que es de diálogo, y otro de facto, que es de sordera y apurar la votación de la reforma, atribuyéndole a su propio proyecto el desplome en las encuestas.
-La izquierda en Chile vuelve a su viejo lenguaje de que el Estado elige mejor que las personas, despreciando la libertad de los que no están en la élite para tomar sus decisiones cotidianas.
-La DC es víctima de su propia indefinición. No compartiendo el fondo ni la forma del proyecto, ha ido chuteando definirse frente al mismo, aprobando todo en la Cámara y en el Senado, hasta ahora.
-Hay dudas razonables sobre si el Gobierno será capaz de reformar la educación municipal, a pesar de que esa era su promesa, y no disparar contra la opción favorita de los colegios particulares subvencionados.
Pilar Molina Armas