Hace casi 151 años, en el atardecer del 8 de diciembre, se reunieron miles de personas en la iglesia de la Compañía de Jesús esperando la fiesta de la Inmaculada. La nave del templo está plagada de lámparas incandescentes que iluminan cada altar, araña y cornisa. Cuando la misa todavía no empieza, una lámpara despide una llamarada desde la media luna a los pies de la Virgen. Las ligeras artesanías de papel y género que profusamente adornaban la fiesta, propagan rápidamente el fuego hasta la techumbre de madera. Una torpe estampida se enreda entre los miriñaques y el pavor. Montoneras de cuerpos desesperados por escapar bloquean los dos únicos accesos, cuyas puertas abren hacia adentro. Mientras, el combustible de las lámparas cae como fuego líquido sobre las cabezas. Afuera, los santiaguinos observan impotentes el "horno horroroso", sin poder salvar más que a una decena.
Las "Hijas de María", integradas tanto por damas como por sirvientas, eran las que convocaban a estas populares ceremonias, por lo que la gran mayoría de las víctimas fueron mujeres y niños. Algunas crónicas hablaron de más de dos mil muertos: no había cuadra que no tuviera una casa con sus puertas cerradas en señal de luto. La historiadora Sol Serrano calcula que una de cada 27 santiaguinas falleció en la tragedia.
En una República que lucha por secularizarse, el incendio es interpretado como un siniestro espejo de su falta de modernidad. Las añejas costumbres de la beatería femenina son sindicadas como responsables. El templo se vuelve símbolo y materialización de las estructuras del pasado, y la sociedad clama por su inmediata demolición, en una de las primeras manifestaciones ciudadanas de las que se tiene registro. El derrumbe de parte de los muros sirvió de tecnicismo dogmático para considerar el lugar execrado y proponer un laico jardín en su remplazo. Un espacio público moderno ubicado al costado del flamante edificio del Congreso sería la primera ruptura verde en el damero de Indias. Con los muros del templo se iban también los fantasmas de la Colonia.