Señor Director:
Se hace necesario explicarle al
señor Gonzalo de la Carrera que dos opiniones no constituyen un hecho; ni tres (o múltiples) opiniones subjetivas resultan en una objetiva. Que él, Ricardo Bitran y otros majaderamente sostengan que la propuesta de reforma a las isapres de la comisión presidencial "estatiza" la salud privada no significa que la realidad sea que la propuesta de la comisión estatiza la salud privada, porque eso no es así. Basta con leer el documento final para saber que la propuesta no estatiza.
Sin embargo, el problema de fondo que reiteradamente soslayan los que sostienen que estamos frente a un desembarco de los soviéticos es el siguiente: en el aseguramiento privado de salud, el mercado no distribuye los riesgos. Si después de 35 años -cuando en plena dictadura militar se expulsó la solidaridad de la salud- las personas se sintieran protegidas y apañadas en sus necesidades, no estaríamos teniendo esta discusión.
Chile está viviendo una encrucijada tal como lo señaló en este medio el sábado pasado Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE, en columna titulada "El precio de la segregación educacional". O avanzamos en la senda de la justicia social que en esta etapa de su desarrollo humano y económico Chile requiere, o nos quedamos pegados en los mecanismos segregadores que nos heredó la dictadura militar para atender los derechos fundamentales en salud, educación y otros, algunos de cuyos efectos son desigualdad y criminalidad.
Personalmente creo que es de la esencia construir entre todos una mejor sociedad donde cada uno aporta según sus posibilidades, y recibe según sus necesidades. Sorprende ver tanta oposición a un planteamiento tan simple, prístino y, ciertamente, no estatizante.
Dra. Vivienne C. Bachelet Norelli