El Chile de hoy lo sobrepasa y no entiende lo que está pasando.
Se desespera, sinceramente.
Duerme mal pensando en el país.
Se deprime y estresa, cae en insomnio que se convierte en un duermevela, y el poco sueño que logra conciliar se inunda de pesadillas absurdas y terribles.
Le cae un comunista guatón en la cabeza.
Baila un momio debajo de sus narices.
Un socialista mal educado le ocupa el asiento.
Un DC se ahoga, da manotazos, lo agarra de la patita y lo arrastra hasta el fondo.
Y despierta con un salto y un respingo porque siente que alguien le quitó el peldaño, y casi se va en banda.
Se duerme crispado y los malos sueños no paran.
Usted es el público y debe escuchar a tres conferencistas con el don del entendimiento, porque a todos les cabe el país en la cabeza. Se lo explican, analizan, desmenuzan y comprenden. Y al final, lo solucionan.
A usted no le cabe nada y por eso no entiende lo que está pasando.
Un día cree y al otro, no cree.
Los índices, el Imacec, la inflación y cifras y más cifras; y en el análisis unos dicen una cosa y el resto lo contrario.
Lo único seguro es que debajo de cada piedra hay dos especialistas con posgrado y doctorado, y uno dice A y el otro B. Puede haber un tercero, cómo no, y también desliza opinión: C.
Entonces no entiende lo que está pasando.
Ni la reforma tributaria y menos la educacional. Tampoco el caso Penta, menos el caso Cascadas y no digamos la ley para regular el lobby.
El mundo es demasiado ancho, rápido y complejo.
Usted es liviano, simple y estrecho.
Además, tiene la sensación de que lo intentan engañar, tanto el Gobierno como la oposición.
Se siente solo, triste y desamparado. Es normal. Es el sentimiento original del ser humano. No es fácil acostumbrarse y solo con mucha edad se comprende el mundo.
La mayoría muere discutiendo, es decir, intentando entender. Como ahora.
Los menos comprenden el mundo, solo para darse cuenta de que ya es tarde como para hacer algo. Y eso es peor.
Lo mejor, en conclusión, es vivir como pajaritos.
Un asado por acá, un viaje por allá, el cumpleaños de alguien, kilómetros que se acumulan, enamorarse de nuevo, frutillas con crema, ya viene la casa en la playa y soñar con algo o alguien.
¿Se siente traumado? Un 95 por ciento de los actores y actrices son personas traumadas e igual tienen su profesión y ganan su platita, sobre todo con teleseries del montón. Todo es posible.
Fue al cine a ver una película chilena, pero resulta que estaba equivocada la cartelera y daban otra que no era chilena. Se salvó. Esas pequeñas cosas son las que hacen el día.
Dormir sin prisa, vámonos a París y Madrid, pimentones rellenos, recordar la infancia, plantemos rosas, un sauvignon blanc heladito, pelar sin maldad, cambio de auto y así.
¿Y cuándo hablamos de (me pongo de pie) creencias profundas, me refiero a la religión y a las ideologías?
Respuesta: no olvide que usted es un pajarito y por eso lo van a intentar meter en muchas jaulas.
Usted viva nomás.
No trate de entender lo que está pasando.
¿Cuál es el sentido de la vida? Eso sería.