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Cartas
Martes 28 de octubre de 2014
La caída del Muro de Berlín
Señor Director:
El 3 de octubre, Alemania conmemoró el día de la unidad alemana, fecha que en 1990 correspondió a la firma de los tratados de unificación entre la República Federal Alemana (RFA) y la ex República Democrática Alemana (RDA). Sin embargo, más simbólico para quienes tuvimos la oportunidad histórica de estar ahí, fue en la RDA la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 y, semanas antes, las masivas demostraciones contra más de 40 años de dictadura socialista.
Las manifestaciones se realizaron cada lunes entre septiembre y noviembre de 1989 en la ciudad de Leipzig, con la iglesia Nikolai como centro de ellas. Estas protestas fueron, a inicios de octubre, brutalmente reprimidas por el líder del Partido, Erich Honecker, lo que junto con su ciega negativa a reformas y orden de disparar contra los manifestantes, lo llevó a ser destituido el 17 de octubre de 1989, y reemplazado por su correligionario Egon Krenz.
En este contexto, y con 25 años menos, junto a amigos y a través de conocidos y pretextos, tuve la posibilidad de ingresar oficialmente a la RDA desde el sur de Alemania. Desde que uno salía de la RFA, crecía rápidamente la sensación de haber dejado un moderno y seguro Estado de Derecho, para ingresar a un retrógrado e inseguro Estado policial. En la RDA nuestro objetivo era Leipzig.
El lunes 30 de octubre de 1989, detrás de la "Cortina de Hierro", tuve la oportunidad histórica de marchar por la Circunvalación de Leipzig junto a más de 200 mil personas, gritando por la libertad de un pueblo oprimido por un partido corrupto y la bota soviética, con consignas como "Nosotros somos el pueblo" y "El muro debe caer". Esa "Cortina de Hierro" comenzó efectivamente a caer pocos días después, primero con la apertura del Muro de Berlín, y meses más adelante con el desmoronamiento de las dictaduras comunistas que subyugaron a muchas naciones, y especialmente al pueblo ruso, por más de 70 años.
Cuando me recuerdo a mí mismo con cincel y martillo sacando trozos del Muro de Berlín, y días antes marchando de noche en Leipzig, me parece que fuera un sueño.
Heinrich C. Meyerholz