Por razones estrictamente "personales y objetivas", el escritor y filósofo francés Jean Paul Sartre se negó a recibir el Premio Nobel de Literatura 1964, que le otorgó la Academia de Letras de Suecia. La noticia, que causó conmoción y dejó a muchos estupefactos, fue divulgada por "El Mercurio" el 23 de octubre de ese año, con la inmediata reacción del exponente del existencialismo:

"Jamás he aceptado distinción alguna, incluida la Legión de Honor que el gobierno de Francia me quiso otorgar después de la guerra", dijo en París. Expresó que todo reconocimiento, cualquiera que sea su procedencia, comprometería la independencia de su pensamiento o a la institución que lo distinguiera.

Los cables informaban que la razón que tuvo la academia para homenajearlo y entregarle 52 mil dólares fue "premiar la calidad imaginativa de sus escritos, su anhelo por la verdad y la influencia trascendental que tiene en estos tiempos". La declaración oficial de Sartre (59) no tardó en llegar: "Lamento que esto haya tomado la apariencia de un escándalo. Cuando leí el 15 de octubre pasado en el Figaro Litteraire que la elección sería a mi favor, pero que no había sido definitivamente fijada, pensé que bastaba escribir una carta a ese organismo, cosa que hice al día siguiente, para poner punto final al asunto".

Continuó argumentando que ignoraba que la distinción era otorgada sin pedir la opinión del galardonado. "Pero comprendo muy bien que cuando la academia efectúa su elección, ya no puede desdecirse. Mi actitud se fundamenta en mi concepción del trabajo del escritor, que solo debe actuar con medios que le son propios; es decir, con la palabra escrita. Todos los estímulos que pueda recibir exponen a sus lectores a una presión que yo no estimo deseable. No es lo mismo si firmo Jean Paul Sartre, que si firmo Jean Paul Sartre, Premio Nobel".

Al justificar aún más su decisión, se refirió a que "el único combate posible es el de la coexistencia pacífica de las culturas del Este y del Oeste. Siento y estoy hecho de sus contradicciones. Aun cuando mis simpatías vayan hacia el socialismo, yo he crecido en una familia burguesa. Por ello es que no puedo aceptar nada concedido por instancias de uno u otro bloque". Concluyó Sartre: "En la situación actual, el Nobel se presenta reservado a los escritores del Oeste o a los rebeldes del Este. No se ha coronado a Neruda, que es uno de los más grandes poetas americanos".